El viernes 23 de agosto, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el anteproyecto para la distribución de plurinominales en la Cámara de Diputados y el Senado. Con esta decisión, Morena y sus aliados aseguran el control de dos terceras partes de la Cámara Baja, logrando así una mayoría calificada crucial para modificar la Constitución.
En la Cámara de Diputados, la distribución dejó a Morena con 236 curules, al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) 77, y al Partido del Trabajo (PT) 51. El PVEM se convierte en la segunda fuerza en la Cámara Baja, mientras que el PT aumenta su representación con 18 diputados adicionales.
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En el Senado, la coalición oficialista se quedó a solo tres escaños de alcanzar dos terceras partes, aumentando su influencia en la Cámara Alta.
La nueva conformación de la Cámara de Diputados también incluye a Guadalupe Araceli Mendoza Arias, la única diputada independiente que entrará en la próxima legislatura tras su victoria en el distrito 9 de Michoacán.
En contraste, la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, compuesta por el PAN con 72 diputados, el PRI con 35 y el PRD con solo un escaño, muestra una pérdida significativa de poder. El PRI, en particular, ha perdido casi la mitad de sus curules respecto a la legislatura anterior. Movimiento Ciudadano (MC) ha asegurado 27 curules en total.
Esta redistribución marca un cambio importante en la política mexicana, otorgando una sólida mayoría calificada a la coalición oficialista.