La misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) afirmó este domingo que una nueva ley de los talibanes, que obliga a las mujeres a llevar velo y les prohíbe hablar en voz alta, arroja “una visión desoladora del futuro”.

El organismo de la ONU se mostró “preocupado” por la promulgación esta semana en Afganistán “de una nueva ley sobre la moralidad que impone restricciones amplias y de gran calado a la conducta personal, y otorga a la policía de la moral amplios poderes”, según un comunicado.

Los fundamentalistas se hicieron con el control de Afganistán en agosto de 2021, y el pasado jueves recogieron en una Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio muchas de las limitaciones que venían abordando, como la obligatoriedad del velo integral o hiyab para mujeres o la vestimenta de los hombres, forzados a dejarse crecer la barba.

La ley también prohíbe que las mujeres hablen en voz alta en lugares públicos, constató la representante Especial de la ONU para Afganistán, Roza Otunbayeva, en la nota.

La legislación “extiende las restricciones ya intolerables a los derechos de las mujeres y de las niñas, e incluso el sonido de las voces de las mujeres fuera de sus hogares es aparentemente una falta moral”, dijo.

La legislación “extiende las restricciones ya intolerables a los derechos de las mujeres y de las niñas, e incluso el sonido de las voces de las mujeres fuera de sus hogares es aparentemente una falta moral”, dijo.

Además, la ropa debe ser lo suficientemente gruesa, suelta y larga para no delinear la figura femenina, evitando así cualquier posibilidad de “tentación”.

Estas normativas refuerzan la visión de los talibanes sobre el rol de la mujer en la sociedad, donde su presencia debe ser minimizada y controlada para alinearse con la estricta interpretación de la sharía que sostiene el régimen.

Las leyes, aprobadas el último miércoles por el líder supremo Hibatullah Akhundzada, establecen que las mujeres no deben mirar a hombres con los que no tengan un parentesco cercano, y viceversa. Además, se prohíbe que viajen solas, lo que limita aún más su movilidad y autonomía.

Estas restricciones han sido criticadas por la comunidad internacional, que hasta ahora no ha reconocido oficialmente la autoridad del Gobierno interino talibán a pesar de las aperturas hechas por países como China y Emiratos Árabes Unidos, que recientemente reconocieron a embajadores fundamentalistas.

Otunbayeva advirtió que “una mayor restricción en los derechos del pueblo afgano” hará “todavía más difícil” interactuar con los talibanes a la comunidad internacional.