La creciente aparición de versiones falsificadas de medicamentos populares para bajar de peso, como Ozempic, Mounjaro y Zepbound, ha alertado a expertos en la salud. Estas imitaciones pueden ser engañosamente parecidas a los productos originales, pero a menudo contienen sustancias peligrosas o fármacos completamente distintos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó durante junio de esta años, sobre la circulación de lotes falsos de Ozempic en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.

George Karavetsos, exdirector de la Oficina de Investigaciones Criminales de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), subrayó la gravedad de la situación. “Una demanda tan alta, una oferta tan escasa y una población tan desesperada conforman una receta para el desastre”, comentó. Los medicamentos costosos y difíciles de obtener, como los destinados a la pérdida de peso, son especialmente vulnerables a la falsificación.

Los medicamentos falsificados a menudo se venden a través de plataformas en línea que no requieren receta médica ni contacto con un profesional de la salud. La Asociación Nacional de Juntas de Farmacia reportó la existencia de miles de sitios web que comercializan medicamentos de manera ilegal, incluyendo versiones falsas de Ozempic.

Los medicamentos falsificados, por otro lado, son fabricados en condiciones no reguladas. Timothy Mackey, profesor en la Universidad de California, San Diego, señaló que los productos que se hacen pasar por Ozempic pueden contener semaglutida adulterada, dosis peligrosamente altas u otros fármacos. A menudo, se utilizan químicos aptos solo para investigación, no para consumo humano.

Un caso destacado ocurrió en Austria el otoño pasado, cuando una imitación de Ozempic, que en realidad contenía insulina, provocó hospitalizaciones. En Estados Unidos, tres personas desarrollaron hipoglucemia tras consumir Ozempic presuntamente falsificado, según informó Reuters en enero.

Los expertos advierten que los medicamentos falsificados pueden ser especialmente peligrosos cuando se trata de productos inyectables, como el Ozempic, debido a la complejidad en la fabricación de medicamentos estériles. Melanie Jay, directora del Programa Integral sobre Obesidad de NYU Langone, instó a los pacientes a consultar siempre a un médico autorizado antes de utilizar medicamentos como Ozempic. Los profesionales de la salud deben monitorear regularmente a los pacientes para detectar efectos secundarios graves.