El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que en 2025 se llevará a cabo una “megaelección” para elegir a los diputados de la Asamblea Nacional, 23 gobernadores, 335 alcaldes, 23 consejos legislativos y 335 consejos municipales. Este ambicioso plan electoral, presentado durante la XI Cumbre Extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, marca uno de los procesos electorales más extensos en la historia reciente del país.

En su intervención, Maduro subrayó que los preparativos para estas elecciones ya están en marcha y advirtió que aquellos que no reconozcan el poder electoral y judicial del país no podrán participar. «A buen entendedor, palabras claras», declaró el mandatario, en referencia a su política de exclusión hacia quienes no respeten las instituciones venezolanas.

La declaración de Maduro llega en un contexto de creciente crisis política y social en Venezuela, exacerbada por la reciente controversia sobre la proclamación de Maduro como ganador en las últimas elecciones, sin pruebas concretas que respalden el anuncio. La proclamación, que fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia, ha generado un debate intenso sobre la transparencia y legitimidad del proceso electoral.

Además, Maduro respaldó una propuesta del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, que sugiere la creación de una nueva ley de partidos políticos. Esta ley prohibiría la candidatura de individuos considerados “fascistas”, definidos como aquellos que promuevan golpes de Estado, invasiones extranjeras o violencia contra figuras públicas. Rodríguez ha enfatizado que “un fascista no puede ser candidato” en Venezuela.

Maduro dejó claro que aquellos que no respeten el poder del Estado y la Constitución venezolana estarán inhabilitados para participar en futuras elecciones, no solo en 2025, sino en cualquier proceso electoral futuro.