Jerusalén (EFE).- El hallazgo en Gaza de los cadáveres de seis rehenes israelíes que Hamás mantenía cautivos provocó una ola de protestas y una huelga general en Israel, donde se reavivó la ira contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y se ensancharon las fisuras dentro de propio su Gobierno por no acordar una tregua con el grupo islamista.

Con seis cajas envueltas en banderas israelíes que asemejan ataúdes, familiares de los rehenes encabezaron la noche del domingo una multitudinaria marcha en Tel Aviv y llamaron “a todo Israel a tomar las calles y elegir el lado correcto de la historia”.

“¡Seis de nuestros hermanos regresaron en bolsas para cadáveres! ¡Detengan el abandono! ¡Hagan un acuerdo (de tregua con Hamás) ahora!”, clamaban los manifestantes, secundados por los principales líderes de la oposición.

Las protestas se contagiaron a Jerusalén -frente al Parlamento- y a una docena de puntos a lo largo del país para demandar la dimisión de Netanyahu y exigir una tregua con Hamás que permita la liberación de los 97 rehenes (de los cuales un tercio ya perdió la vida) que continúan en Gaza.

Poco antes, la organización de sindicatos más grande de Israel, Histadrut, anunció una huelga general a partir de mañana lunes, que incluirá al aeropuerto internacional de Tel Aviv.

“Estamos recibiendo bolsas con cadáveres en lugar de un acuerdo (de tregua). He llegado a la conclusión de que sólo nuestra intervención podría mover a quienes necesitan ser movidos”, consideró Arnon Bar-David, presidente de la poderosa organización, al asegurar que el Gobierno no firmada el pacto “por consideraciones políticas”.

Así, los comercios y las escuelas cerrarán, excepto las instituciones para niños con necesidades especiales.

“Hamás no es el único responsable”

Los cadáveres de los seis rehenes -dos mujeres y cuatro hombres de entre 23 y 40 años- fueron hallados anoche por el Ejército en un túnel en el sur de Gaza.

Todos fueron raptados por milicianos el 7 de octubre, cuando Hamás perpetró el ataque contra Israel que desató la guerra y dejó en total 1.200 muertos y 251 secuestrados.

El Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel determinó que “los seis rehenes fueron asesinados por terroristas de Hamás con varios disparos a corta distancia” y que las muertes se produjeron “aproximadamente entre 48 y 72 horas antes de su examen (entre el jueves y la madrugada del viernes)”.

Sin embargo, Hamás aseguró que los seis rehenes “fueron asesinados únicamente por bombardeos sionistas”, responsabilizando a Israel y a su principal socio y proveedor de armas, Estados Unidos.

El Foro de Familias de los Rehenes reprochó a Netanyahu que solo ocho rehenes han sido rescatados con vida en operaciones militares, en comparación con los 105 liberados en el único acuerdo de tregua en noviembre, a cambio de la liberación de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.

“No esperamos que el terrorista (líder de Hamás, Yahya) Sinwar quiera devolver a los rehenes, esperamos que el primer ministro de Israel haga todo, todo, todo para traer a los rehenes a casa”, dijo el Foro, después de que Netanyahu culpase de nuevo a Hamás, en un mensaje de condolencias, por la falta de un nuevo pacto.

“Hamás no es el único responsable de sabotear el acuerdo”, añadió el Foro en un comunicado.

Ocupación del corredor de Filadelfia

El hallazgo de los cuerpos de los rehenes reavivó las crecientes diferencias dentro del Gobierno, entre quienes reconocen la urgencia de un acuerdo tras casi once meses de guerra, y el ala más extremista del gabinete que aboga por una respuesta aún más violenta en la Franja, alegando priorizar la “seguridad” de Israel.

En un gesto inaudito, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidió esta mañana al gabinete revocar la votación del jueves de mantener tropas en la línea divisoria de Gaza con Egipto -el denominado Corredor de Filadelfia- a fin de alcanzar cuanto antes un acuerdo de tregua.

Por su parte, el ministro ultranacionalista de Finanzas, el colono Bezalel Smotrich, reiteró hoy en X su rechazo a cualquier “acuerdo de rendición” y concluyó que, al contrario, era un buen momento para “reducir la Franja”.

“El Ejército debería avanzar dos kilómetros tierra adentro desde la frontera actual y despejar todo a su paso. Este es un territorio que nunca volverá a manos de los habitantes de Gaza”, dijo el ministro en X.

En un tono similar se expresó después el ministro de Seguridad Nacional, el colono Itamar Ben Gvir, quien dijo en un largo mensaje en X que Hamás “y solo Hamás” es responsable de la muerte de los rehenes y auguró un “próximo 7 de octubre” si Israel afloja la ofensiva en Gaza.

“Quienes exigen la liberación de miles de terroristas (por el canje de rehenes) y otorgar a Hamás el control del eje de Filadelfia están abandonando intencionalmente la seguridad de los ciudadanos de Israel”, reprochó Ben Gvir.

Las negociaciones de una tregua cayeron en punto muerto entre acusaciones cruzadas de añadir nuevas demandas a la propuesta que extendió Estados Unidos en mayo. Netanyahu se rehúsa a acceder a ciertas demandas de Hamás, como que el cese el fuego sea definitivo, la retirada de las tropas de la Franja, así como del Corredor de Filadelfia.