El pasado lunes 2 de septiembre, los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidieron unirse al paro de labores en protesta contra la reforma al Poder Judicial. En una asamblea realizada por la mañana, se llevó a cabo una votación en la que de los 1,072 participantes, 951 votaron a favor de la protesta, 116 en contra y cinco se abstuvieron.

La decisión de los empleados de la Corte se enmarca en un contexto de creciente tensión y debate sobre la reforma al Poder Judicial. La votación se realizó tras una asamblea interna en la que los trabajadores expresaron su desacuerdo con las propuestas legislativas en cuestión.

Por otro lado, en una sesión privada del Pleno de la SCJN, se rechazó una solicitud de la ministra Lenia Batres Guadarrama. Batres Guadarrama había propuesto instar al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) a tomar medidas para asegurar que el paro, apoyado por algunos jueces y magistrados, no afectara el derecho humano al acceso a la justicia. Su propuesta, oficializada el pasado viernes mediante un oficio dirigido a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la SCJN y del CJF, fue rechazada por mayoría de nueve votos. Solo las ministras Batres y Yasmín Esquivel Mossa apoyaron la sugerencia.

Se espera que el martes 3 de septiembre, los ministros de la Suprema Corte tomen una postura oficial en la sesión del pleno sobre si se sumarán o no al paro de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación.

El paro se convierte en un nuevo punto de fricción en el debate sobre la reforma al Poder Judicial, evidenciando las profundas divisiones dentro del sistema judicial y su personal.