En una sorprendente decisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha decretado que las festividades navideñas en Venezuela comenzarán el 1 de octubre, adelantando la celebración por dos meses respecto a la fecha tradicional. Este anuncio se produce en un contexto de creciente tensión política y social en el país.

El mandatario chavista hizo el anuncio durante la emisión de su programa de televisión, aprovechando la ocasión para destacar su mensaje de unidad y esperanza. «Es septiembre y ya huele a Navidad, huele a Navidad. Y por eso este año, en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre», declaró Maduro.

La decisión llega horas después de que la Fiscalía emitiera una orden de captura contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, acusado de delitos relacionados con el terrorismo. Esta medida se suma a una serie de eventos que han profundizado la crisis política en Venezuela, incluyendo un reciente apagón masivo que afectó a alrededor del 80% del territorio nacional. Maduro atribuyó el colapso eléctrico a un presunto sabotaje orquestado por sus adversarios, afirmando que la recuperación del sistema eléctrico fue un éxito gracias al apoyo de la clase obrera y a la «unión cívico-militar-policial perfecta».

En su discurso, el presidente insistió en que el adelanto de las festividades navideñas traerá “paz, felicidad y seguridad” a todos los venezolanos. El Gobierno chavista ha utilizado tradicionalmente las festividades para intensificar el reparto de ayudas y bolsas de comida en los barrios, lo que incluye la distribución de perniles, un producto muy esperado durante los peores años de la crisis económica.

Este año, Maduro también adelantó la Navidad en 2020 al 15 de octubre y en 2021 al 4 de octubre. El próximo 10 de enero, el presidente está previsto para tomar posesión de su tercer mandato, tras los controvertidos resultados de las elecciones del 28 de julio. La oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, ha rechazado los resultados oficiales y ha publicado actas que, según ellos, desmienten los números presentados por el Consejo Nacional Electoral.

A pesar de la persecución política y judicial, la oposición promete mantener la presión y espera que la comunidad internacional no reconozca el nuevo mandato de Maduro, intensificando así la crisis política que vive el país.