São Paulo, 6 sep (EFE).- El legendario pianista, compositor y arreglista brasileño Sérgio Mendes, fallecido este viernes a los 83 años en Los Ángeles (EE.UU.), deja una huella imborrable como el mejor embajador de la música brasileña en Estados Unidos.
La canción «Mas que nada», de Jorge Ben Jor y que Mendes versionó en clave de bossa nova, es el tema por el que siempre será recordado y que puso de moda ese género musical en Estados Unidos, donde se afincó en 1964 tras dejar su país de origen por el golpe militar.
Mendes fue capaz de darle una nueva vida a esa icónica canción en 2006, con la versión discotequera que grabó en conjunto con Black Eyed Peas y que fue un rotundo éxito mundial.
Ecléctico, conocido por fusionar la bossa nova y el jazz, con más de 30 álbumes publicados, ganó en total tres Grammys y fue nominado a otros seis.
En 2012, fue incluido en el Salón de la Fama de los Compositores Latinos en reconocimiento a su impacto duradero en la música latina y su influencia en la cultura mundial.
Su fama fue tal que llegó a ser invitado a tocar para dos presidentes en la Casa Blanca: Lyndon B. Johnson y Richard Nixon.
Un pianista nada erudito
Nacido en 1941 en Niterói, ciudad vecina de Río de Janeiro, y formado como pianista clásico, Mendes decidió alejarse de lo erudito para acercarse a géneros más contemporáneos y fusionar influencias brasileñas y norteamericanas en su obra.
Mendes se convirtió en uno de los principales exponentes de las modernizaciones de la bossa nova por sus arreglos con el piano, un instrumento con el que creó innovaciones armónicas para este género musical.
A comienzos de los años 1960, junto con otros colegas de la época, Mendes afianzó el «sambalanço», una forma de tocar bossa nova de manera inventiva que surgió en los clubes nocturnos de Copacabana, en Río de Janeiro.
Tras el golpe militar en 1964, se vio forzado al exilio. Llegó a ser detenido, a pesar de que la política nunca tuvo espacio en las letras de sus canciones.
Entonces fijó su residencia en California. Esa mudanza supuso un punto de inflexión en su carrera, puesto que en Estados Unidos enriqueció su música con la influencia del jazz.
Estados Unidos también le brindó una audiencia nueva para la que se convirtió en la cara más representativa de la música brasileña, a la que revistió de un toque internacional que gustó al público estadounidense.
Con sus grabaciones, dio una mayor audiencia y proyección a artistas como Dori Caymmi, Tom Jobim, o Gilberto Gil.
En las últimas tres décadas, hizo incontables colaboraciones con artistas reconocidos como Justin Timberlake, John Legend, Erykah Badu o Black Eyed Peas, o el brasileño Carlinhos Brown, con los que logró alcanzar públicos más jóvenes, al hacer relecturas de canciones clásicas y ritmos brasileños populares.
En seis décadas de carrera, Mendes grabó más de 35 álbumes, varios de los cuales alcanzaron ventas de nivel oro o platino. Ganó tres premios Grammy y fue nominado para un Oscar por el tema de la película animada ‘Rio’.