La “Esfinge”, una histórica placa de nieve situada en la tercera montaña más alta del Reino Unido, está a punto de desvanecerse por cuarto año consecutivo. Este emblemático remanente de la última Edad de Hielo ha sido conocido por su resistencia a la fusión, sólo habiéndose derretido en tres raras ocasiones durante el siglo XX. Sin embargo, la tendencia actual sugiere que podría desaparecer por completo en esta época del año.

Ubicada en el Parque Nacional Cairngorms en Escocia, la “Esfinge” ha sido objeto de estudio durante siglos. Iain Cameron, experto en glaciares y autor de The Vanishing Ice, explicó que esta placa de nieve, a la que se le atribuye el carácter de uno de los últimos glaciares del Reino Unido, ha experimentado una reducción drástica en su tamaño. Cameron observó que, históricamente, la “Esfinge” podría haber alcanzado entre 34 y 50 metros de largo en esta época del año, pero actualmente se encuentra en una condición mucho más deteriorada.

Cameron destacó que la “Esfinge” está situada en Garbh Choire Mor, un área de difícil acceso que, en el pasado, presentaba condiciones más propicias para mantener grandes masas de nieve. “A esta altitud y en esta época del año, deberíamos observar una cantidad significativamente mayor de nieve”, afirmó Cameron. Este cambio en el entorno es un reflejo claro de los efectos del cambio climático, que están transformando paisajes que se consideraban inalterables.

La situación actual de la “Esfinge” subraya un giro notable en el clima del Reino Unido. De ser considerada una característica permanente del paisaje, la placa de nieve está ahora en riesgo de convertirse en una excepción que se podría extinguir. Este fenómeno resalta la acelerada transformación climática que está afectando a regiones tradicionalmente frías y a su infraestructura natural.

El estudio continuo de estas manchas de nieve, como parte de la investigación de Cameron y otras publicaciones de la Royal Meteorological Society, proporciona una visión crítica sobre las tendencias climáticas y su impacto en el medio ambiente. La posible desaparición de la “Esfinge” sirve como un indicador tangible del cambio climático en curso, recordándonos la fragilidad de los ecosistemas en un mundo en transformación.