Dominique Pelicot, el principal acusado en el juicio por haber drogado a su mujer para violarla y que también la hicieran decenas de hombres, no podrá declarar al menos hasta el lunes tras ser hospitalizado por el empeoramiento de su salud.

«No podremos tener al señor Pelicot como mínimo hasta el lunes», anunció este miércoles el presidente del tribunal, Roger Arata, quien añadió que ha recibido un mensaje verbal y que espera para esta noche un informe médico detallado sobre el estado del acusado.

«Su estado de salud se ha agravado, aunque no voy a entrar en los detalles», y como consecuencia «no podrá comparecer ni el jueves ni el viernes», añadió el magistrado.

La abogada del acusado, Béatrice Zavarro, lamentó que, si los problemas médicos de Pelicot se hubieran tratado desde el viernes pasado, «hoy no estaríamos así».

Zavarro, igual que ha dicho anteriormente, recordó que el acusado solicitó asistencia médica desde el viernes «sin que nadie respondiera», por lo que solo recibió asistencia médica el lunes. Esos problemas le han impedido asistir con regularidad a las sesiones de esta semana del juicio.

Pelicot, de 71 años, «sufre una superinfección» -una infección que se suma a otra infección previa- y eso significa que «puede haber un riesgo de fallecimiento» en su paciente de su edad, detalló la abogada en declaraciones a la prensa tras el final de las sesiones de hoy.

Por ello, tanto el presidente del tribunal como la abogada avanzaron la posibilidad de que se podría suspender la sesión del viernes. «El proceso no puede continuar sin Dominique Pelicot», afirmó Zavarro.

Preguntada sobre cuánto podría durar la ausencia de su defendido, la abogada respondió que dependerá de la situación de la infección el lunes.

El hombre está acusado de drogar a su esposa Gisèle con ansiolíticos entre 2011 y 2020 para dejar que decenas de hombres la violaran mientras él grababa en vídeo y tomaba fotografías de los encuentros.

Otros 50 hombres comparecen como acusados en este juicio que se celebra en Aviñón (sureste) desde el pasado día 2 y que tiene previsto concluir poco antes de Navidad.

A falta de Pelicot, buena parte de la sesión de hoy se centró en el caso de otro acusado en este caso, Jean-Pierre M., de 63 años, procesado por haber replicado los métodos de Pelicot al dar también ansiolíticos a su pareja para luego tener relaciones sexuales con ella, varias veces en compañía de su cómplice.

Su hija declaró hoy ante el tribunal que lo que ha hecho su padre es «muy grave» e «imperdonable», y confió en que pueda lograr respuestas durante este proceso.

Jean Pierre M. admitió al comienzo del proceso los hechos por los que está encausado y, según contó uno de los policías encargados de la investigación, considera que merece la cadena perpetua.

Este acusado tenía «predisposición» a violar a su mujer, así como que lo hiciera Dominique Pélicot, explicó al tribunal uno de los psiquiatras que le analizaron, Laurent Layet. De hecho, pudo parar en los momentos en que Pelicot no iba a su casa «y no lo hizo», añadió.

También testificó hoy la esposa de este acusado, quien visiblemente emocionada reconoció que sigue sintiendo «algo» por su marido y que no lo denunció a pesar de todo.

El abogado defensor, Patrick Gontard, ensayó la baza del sentimentalismo al pedir que ambos se miraran y dijeran si seguían teniendo sentimientos recíprocos, a lo que el presidente del tribunal dijo a la esposa que no tenía que responder a ese intento de «espectáculo».

Gontard explicó después a la prensa que «Pelicot fue el catalizador» de los actos de su defendido, aunque reconoció que no se le puede culpar de todo, ya que «cada uno tiene su parte de responsabilidad».

Los jueces deberán determinar su responsabilidad en este sumario, cuyo centro es Dominique Pelicot y los archivos que guardaba y que le fueron encontrados en septiembre de 2020 cuando fue arrestado por haber grabado bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado de la ciudad de Carpentras.

En esos archivos había cientos de fotos y vídeos hechos por Pelicot en los que aparecía la que era su mujer (se han divorciado en agosto) drogada y sometida a abusos sexuales por parte de decenas de hombres, entre los que han podido ser identificados los 50 que se sientan en el banquillo.

Hoy fue el primer día que Gisèle Pelicot acudió a la sala donde se desarrolla el proceso mostrando todo el rostro, sin las gafas de sol que cubrían sus ojos el resto de días.

Tanto ella como una de sus hijas y su yerno acudieron a la sesión de la mañana pero no a la de la tarde, la primera vez que se ausentan esta semana, en un juicio que ha generado un gran interés internacional debido a las características del caso.