En la lectura de la sentencia, el magistrado Putu Sutoga subrayó hoy que el robo ocurrido el pasado enero en una zona residencial de lujo de la isla dañó la imagen de Bali, el enclave más turístico de Indonesia.
«Las acciones de los acusados perturbaron al público, dañaron la imagen de Bali y dejaron a la víctima traumatizada», señaló el juez.
Los hechos, inusuales en una isla tranquila y turística como Bali, ocurrieron el 23 de enero, cuando los hombres de procedencia mexicana rodearon la villa The Palm House, secuestraron a punta de pistola a un guardia de seguridad y después abrieron fuego contra sus cuatro inquilinos, procedentes de Turquía y Georgia.
Uno de los ciudadanos turcos recibió un disparo en el abdomen y en el brazo, de los que ya se encuentra recuperado, mientras los otros lograron huir.
La investigación policial determinó que no había conexión entre los ladrones, de entre 26 y 35 años, y las víctimas.
Los ladrones, que obtuvieron las pistolas durante un viaje en diciembre de 2023 a Yakarta, robaron 4.000 dólares de la residencia y objetos de valor, entre ellos un reloj, y fueron detenidos los días posteriores al incidente, apuntó en su investigación la Policía.
La Fiscalía previamente acusó a los mexicanos de intento de homicidio, pero finalmente retiró los cargos.
Bali ha denunciado desde 2023 varios incidentes con ciudadanos extranjeros, de menor importancia que este robo con tiroteo, que llevaron a las autoridades a enunciar una lista de prohibiciones, entre ellas la de actuar de manera agresiva contra los lugareños, y a imponer docenas de deportaciones.
Hasta ahora la mayoría de problemas con extranjeros en la isla de mayoría hinduista, una excepción en Indonesia, al tratarse del país con más musulmanes del mundo, se daban por accidentes de tráfico y el abuso de visados, así como casos de comportamiento indecoroso en lugares sagrados, mientras que los incidentes violentos son infrecuentes.