El Parlamento georgiano aprobó este lunes en tercera y definitiva lectura la ley de ‘Valores familiares y la protección de menores’, que prohíbe la propaganda de relaciones no tradicionales y que fue muy criticada por países occidentales.

A favor de la norma se pronunciaron 84 diputados de la formación gobernante Sueño Georgiano, en una votación boicoteada por la oposición.

La ley prohíbe en particular los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.

También establece una pena de prisión de entre uno y cuatro años por cirugías de cambio de sexo.

Por la propaganda de relaciones homosexuales en instituciones educativas se establece una multa de hasta 4.000 lari (unos 1.500 dólares).

Mientras, la distribución de materiales sobre el cambio de sexo o relaciones homosexuales conllevará multas de hasta 3.000 lari (unos 1.100 dólares).

También se prohíben las reuniones públicas o manifestaciones a favor de la comunidad LGTB.

Según el líder de la mayoría parlamentaria, Mamuka Mdinaradze, «en aquellos países donde la ideología pseudoliberal es especialmente fuerte, según sondeos internacionales, hasta el 20 por ciento de las personas entre 18 a 25 años tienen una orientación sexual no tradicional».

La Unión Europea lamentó previamente los planes de las autoridades de aprobar la polémica ley de manera «apresurada» y sin consultar con la sociedad.

Se trata de la segunda legislación criticada por Occidente y aprobada en Georgia en los últimos cuatro meses tras la ley de Transparencia de Influencia Extranjera, que sus detractores comparan con una normativa similar de Rusia para acallar a la disidencia.