El miércoles se registraron múltiples explosiones durante el funeral de tres miembros de Hezbollah y un menor, víctimas de estallidos de dispositivos explosivos. Según el Ministerio de Salud libanés, un muerto y más de 100 heridos fueron reportados.
El canal de televisión de Hezbollah, Al Manar, informó sobre explosiones en varios lugares del país. Un funcionario del grupo, que habló bajo condición de anonimato, indicó que walkie-talkies utilizados por Hezbollah estallaron.
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Este incidente se produce en un contexto de confusión e indignación tras las explosiones del martes, que dejaron al menos 12 muertos y cerca de 3,000 heridos, atribuidas a una operación israelí contra Hezbollah. Se reveló que los dispositivos explosivos fueron fabricados por una empresa con sede en Hungría, BAC Consulting KFT, bajo un acuerdo de licencia con una firma taiwanesa.
El ataque del martes, considerado un sofisticado ataque a distancia por Hezbollah y el gobierno libanés, ha incrementado las tensiones en la región, donde ambos lados han mantenido intercambios de fuego casi a diario desde el 8 de octubre. En respuesta a la situación, Israel ha reforzado su presencia militar en la frontera con Líbano.
Los heridos del último ataque presentan diversas lesiones graves, y se han recibido ofrecimientos de ayuda médica de varios países, incluyendo un avión militar iraquí con suministros médicos que llegó a Beirut el miércoles.
