La icónica empresa estadounidense Tupperware, reconocida por sus recipientes de plástico para conservar alimentos, ha anunciado su declaración de quiebra mientras intenta sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo. La compañía, con 78 años de historia, solicitará permiso judicial para vender su negocio sin interrumpir sus operaciones.
A pesar de ser sinónimo de almacenamiento de alimentos, Tupperware ha enfrentado serios desafíos en los últimos años, incluyendo la dificultad para reposicionarse y atraer a un público más joven. Aunque experimentó un breve aumento en las ventas durante la pandemia, la demanda ha seguido en declive.
El aumento de los costos de materias primas, salarios y transporte ha impactado negativamente sus márgenes de ganancias, lo que llevó a una caída de más del 50% en el valor de sus acciones esta semana. La declaración de bancarrota llega tras extensas negociaciones con acreedores sobre más de 700 millones de dólares en deuda.
Laurie Ann Goldman, directora ejecutiva de Tupperware, reconoció que la posición financiera de la compañía se ha visto severamente afectada por el entorno macroeconómico desafiante. Actualmente, los productos de Tupperware se distribuyen en al menos 70 países alrededor del mundo.