La situación en la frontera sur del Líbano se ha vuelto crítica tras un fin de semana de intensos enfrentamientos entre Israel y Hizbulá. Este lunes, Israel ha lanzado una nueva campaña de bombardeos que ha impactado diversas áreas del sur del Líbano y el Valle de la Bekaa, bastiones del grupo chií Hizbulá. Según el ministerio de Sanidad libanés, los ataques han dejado al menos 274 muertos y más de 1,024 heridos.
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La escalada de violencia se intensificó el domingo, cuando Israel atacó nuevos objetivos de Hizbulá tras interceptar 150 cohetes, misiles de crucero y drones lanzados por la milicia chií. Estos ataques fueron considerados como una «primera respuesta» a los bombardeos israelíes en Beirut, que ocurrieron el pasado martes y miércoles mediante la explosión de dispositivos electrónicos.
El Gobierno libanés ha reportado que «miles» de familias han comenzado a abandonar las regiones del sur y el este del país, que están bajo intensos bombardeos, en lo que se describe como una campaña de ataques sin precedentes en un año marcado por la violencia.
