«Nuestra peor pesadilla se está convirtiendo en realidad. Los niños y niñas de Líbano llevan sintiendo la angustia de una guerra inminente desde octubre», dijo en un comunicado la directora de la organización en Líbano, Jennifer Moorehead, quien explicó que las familias intentan «huir desesperadamente del peligro».
La ONG subrayó que «los menores son los más afectados por la violencia», en un momento en el que las autoridades sanitarias libanesas elevaron este martes a 558 el número de muertos en los bombardeos, entre ellos 50 niños.
Según datos de la organización, al menos 1,5 millones de niños se verán afectados a partir de este martes por el cierre permanente de todas las escuelas del país, las cuales «se abrirán en refugios temporales» para toda la gente desplazada en masa del sur y el este del Líbano ante los ataques, añadió Moorehead.
Por otro lado, la organización también denunció que las familias del sur del Líbano están atrapadas debido a que los bombardeos aéreos han dañado las carreteras, lo que «impide su evacuación».
Asimismo, insta a todas las partes a tomar «medidas inmediatas y respetar el derecho internacional humanitario».
«Como siempre, los niños se llevarán la peor parte del conflicto. Todas las partes deben proteger a los civiles y centrarse en los esfuerzos diplomáticos para lograr una la paz», concluyó Moorehead.
El ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, afirmó este martes, que los recientes ataques israelíes contra el sur y el este del Líbano causaron «hasta el momento» la muerte de 558 personas, entre ellas 50 niños y 94 mujeres, y heridas a más de 1800.
El Gobierno israelí advirtió el lunes a la población libanesa que se alejara de lugares donde se encuentran supuestos miembros del grupo chií Hizbulá, y aseguró que sus intensos bombardeos tienen como objetivo presuntas posiciones y almacenes de armamento de la formación libanesa proiraní.