En una intensa protesta frente al Senado, padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos expresaron su firme rechazo a la reforma que adscribe la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Los manifestantes denunciaron que el Senado ha sido omiso en su demanda de llamar a comparecer al general Luis Cresencio Sandoval para que explique la participación del Ejército en la fatídica noche de Iguala.

Los familiares cuestionaron cómo se podrá obligar al Ejército a colaborar en la investigación si con esta reforma se le otorgan más poderes. «El Senado también se convierte en parte de las instituciones que le dan más poder al Ejército», afirmaron, acompañados de normalistas de diferentes partes del país.

Como en manifestaciones anteriores, al finalizar el mitin, un grupo de jóvenes encapuchados realizó pintas en las rejas del Senado y lanzó varios artefactos explosivos en la puerta 6, sobre Paseo de la Reforma. Esta situación llevó al personal del Senado a alertar a legisladores, trabajadores y reporteros sobre la necesidad de resguardarse.

En medio del caos, se desalojó el Patio del Federalismo, mientras caían los primeros explosivos de fabricación casera. Los senadores fueron llevados a sus oficinas y se restringió el acceso al patio principal. Una de las puertas de cristal que da hacia la entrada principal reventó debido a las explosiones, hiriendo a la senadora Lucía Trasviña, de Morena, quien además sufrió una alteración en la presión y requirió oxígeno. A pesar de la situación, la legisladora aseguró que estaría presente en el debate sobre la reforma a la GN.

Isidoro Vicario, vocero de los familiares de los estudiantes desaparecidos, recordó la insistencia de que el Ejército entregue archivos clave, en especial 800 folios que podrían contener información vital sobre el caso. La protesta pone de manifiesto la continua lucha de los familiares por la verdad y la justicia en un caso que ha marcado la historia reciente de México.