A menos de un año del devastador huracán Otis, Acapulco enfrenta una nueva tragedia con el paso de la tormenta John. Las intensas lluvias han provocado el desbordamiento de ríos y deslizamientos de tierra, causando la destrucción de viviendas, hoteles y restaurantes, así como la inundación de calles y colonias.

Los reportes indican que varias áreas de la ciudad están nuevamente sin luz ni servicios de transporte, mientras que la desesperación ha llevado a algunos a saquear tiendas, ante la falta de ayuda de las autoridades. Videos compartidos en redes sociales muestran la magnitud de la crisis, con comerciantes y hoteleros clamando por asistencia en medio de la devastación de alrededor de 80 establecimientos.

Las lluvias han sido especialmente destructivas en la colonia Altos de Miramar, donde un deslizamiento arrasó con viviendas y árboles. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil ha reportado al menos 10 muertes y daños en 700 viviendas, además de que 14 municipios se han quedado sin electricidad y se han cerrado al menos 11 carreteras en el estado.

En Acapulco, decenas de colonias se encuentran inundadas, y se han registrado deslaves en la avenida Escénica. Las presas de la región están al límite, lo que genera un riesgo adicional para la población. En respuesta a la situación, la Secretaría de Marina y el gobierno estatal han desplegado equipos de rescate para evacuar a familias atrapadas en áreas anegadas.

El hotel Las Brisas, icónico en la ciudad, ha activado sus protocolos de seguridad ante el riesgo de desgajamientos. Mientras tanto, la Autopista del Sol fue cerrada por derrumbes, limitando aún más las vías de comunicación entre Chilpancingo y Acapulco.

La tormenta también ha dejado estragos en otros estados, incluyendo Oaxaca, Jalisco, Michoacán y Colima, donde se ha reportado la muerte de un hombre desaparecido. La comunidad se enfrenta a un desafío monumental mientras comienza a evaluar la magnitud de los daños y a buscar formas de recuperación.