La reconocida actriz británica Maggie Smith, famosa por su extensa y variada carrera, ha fallecido a los 89 años. La noticia fue anunciada por sus hijos a través de un comunicado compartido por su publicista, Claire Dobbs.

“Con gran tristeza tenemos que anunciar la muerte de Dame Maggie Smith. Falleció pacíficamente en el hospital esta mañana, rodeada de amigos y familiares”, dice el comunicado. “Deja dos hijos y cinco queridos nietos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela. Agradecemos al maravilloso personal del Chelsea and Westminster Hospital por su atención y amabilidad incondicional en sus últimos días”.

Nacida en 1934 en Ilford, Londres, Smith inició su carrera teatral en la Oxford Playhouse School. Su talento la llevó a Broadway y a convertirse en una figura destacada en el teatro británico, especialmente en el famoso The Old Vic. En 1964, interpretó a Desdemona junto a Laurence Olivier en Otelo, un papel que repitió en la adaptación cinematográfica al año siguiente.

Smith ganó su primer Premio de la Academia en 1969 por su memorable actuación en The Prime of Miss Jean Brodie, seguido de otro Oscar en 1978 por su papel en California Suite. Su impresionante carrera también incluyó aclamadas actuaciones en películas como A Room with a View y The Lonely Passion of Judith Hearne.

Nombrada Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico en 1990, Smith continuó deslumbrando al público con papeles icónicos, como el de Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y como Violet Crawley, la condesa viuda de Grantham, en la exitosa serie Downton Abbey, por la que recibió tres premios Emmy.

A lo largo de su vida, Maggie Smith se convirtió en un símbolo de elegancia y talento, con una capacidad notable para conectar con nuevas generaciones. En 2017, compartió su perspectiva sobre el envejecimiento en una entrevista: “Si fuera a Los Ángeles, creo que asustaría a la gente… Ellos no ven gente mayor”.

Smith estuvo casada en dos ocasiones, con el actor Robert Stephens y luego con el dramaturgo Beverly Cross, quien falleció en 1998. Le sobreviven sus dos hijos, los actores Chris Larkin y Toby Stephens.

La comunidad artística llora la pérdida de una de sus más grandes figuras, cuya huella perdurará en el cine y el teatro por generaciones.