Natalia, una chimpancé de 21 años que reside en el Bioparc Valencia, ha cautivado la atención del público y de especialistas con su desgarradora historia de duelo. Desde febrero de 2024, la chimpancé fue vista llevando consigo el cuerpo sin vida de su cría, quien falleció al nacer. Este comportamiento, aunque común en algunas especies, se prolongó inusitadamente, desafiando las expectativas sobre el duelo en la naturaleza.
A lo largo de siete meses, Natalia se negó a separarse de su pequeño, llevándolo consigo incluso durante sus momentos de alimentación. Miguel Casares, director del zoológico, explicó que esta conducta, aunque rara, se observa ocasionalmente en hembras que muestran un profundo apego a sus crías. Durante este tiempo, el personal del parque estuvo atento a su bienestar físico y emocional, asegurándose de que mantuviera una vida normal a pesar del profundo luto.
La intervención del zoológico no se consideró viable, ya que retirar el cuerpo de la cría habría requerido anestesiar a varios primates, lo que podría haber puesto en riesgo su salud. Casares destacó la importancia de permitir que la madre procesara su duelo a su manera.
Finalmente, el emotivo capítulo de Natalia llegó a su fin cuando, tras un largo periodo, decidió dejar el cuerpo de su cría. Esta decisión fue seguida por el rescate del cadáver por parte del zoológico, marcando un cierre a su doloroso proceso.
La historia de Natalia ha generado un gran impacto en los visitantes, quienes han mostrado una notable empatía y comprensión ante la situación. A pesar del sufrimiento, la historia también resalta el vínculo emocional que existe en el reino animal, recordándonos que el amor y la pérdida trascienden las especies. Mientras tanto, la hermana de Natalia, Noelia, continúa creciendo y sorprendiendo a todos con sus travesuras, aportando un rayo de luz en este momento de tristeza.