Un reciente análisis revela que el aumento de la esperanza de vida está desacelerándose y sugiere que es «poco probable» que más del 15% de las mujeres y el 5% de los hombres que nacen hoy alcancen los 100 años en este siglo. Este hallazgo pone de manifiesto la preocupación de que la revolución de la longevidad experimentada en el siglo XX está llegando a su fin.

A lo largo de la historia, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente. Un bebé nacido a principios del siglo XIX tenía una expectativa de vida de alrededor de 30 años; hoy, en los países más desarrollados, un niño nace con una expectativa de vida que supera los 80 años. Sin embargo, los científicos han debatido si esta tendencia continuará. Mientras algunos proyectaban que la mayoría de los recién nacidos del nuevo milenio vivirían hasta los 100 años, la nueva investigación publicada en la revista Nature Aging indica que este aumento radical de la esperanza de vida se está frenando.

El estudio analizó datos de mortalidad en nueve regiones con alta esperanza de vida, incluyendo Hong Kong, Japón y España, entre 1990 y 2019. Los autores encontraron que las mejoras en la esperanza de vida se han desacelerado, con una proyección de que solo un pequeño porcentaje de la población alcanzará los 100 años. Jay Olshansky, profesor de salud pública en la Universidad de Illinois y autor del estudio, afirma que «la revolución de la longevidad se está acercando a su punto máximo».

Para que la prolongación de la vida continúe, la investigación sugiere que sería necesario mantener un aumento de tres años cada década. Sin embargo, desde 1990, solo Corea del Sur y Hong Kong han logrado este ritmo. En otros lugares, el aumento ha sido de menos de 0,2 años anuales. Además, Estados Unidos ha registrado una disminución en la esperanza de vida al nacer en algunos periodos.

Los científicos advierten que, aunque se han logrado avances significativos en salud pública y medicina, ha sido «progresivamente más difícil» aumentar la esperanza de vida. Actualmente, se estima que la esperanza de vida al nacer es de 88,68 años para mujeres y 83,17 para hombres, aunque podría aumentar ligeramente en las próximas décadas.

A pesar de la desaceleración, los autores del estudio consideran que hay espacio para el optimismo. La investigación sugiere que, aunque no se espera una revolución radical de la longevidad en el siglo XXI, aún es posible mejorar la esperanza de vida a través de la reducción de enfermedades y desigualdades en la atención médica.

Los expertos coinciden en que el futuro de la esperanza de vida global es incierto y que, aunque puede haber periodos de estancamiento, todavía hay oportunidades para avances significativos. Sin embargo, alcanzar una esperanza de vida de 100 años para la mayoría de la población parece un objetivo lejano en este siglo.