Por segunda vez en menos de cinco días, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo evitó tomar partido en la renovación de la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En su conferencia matutina, dejó en manos del Senado de la República la decisión sobre la reelección de María del Rosario Piedra Ibarra.

Sheinbaum reconoció a Piedra Ibarra como un símbolo de la lucha de las madres de desaparecidos, pero enfatizó que la elección de la nueva presidenta o presidente de la CNDH corresponde al Senado. «Que decida el Senado, no voy a orientar hacia una u otra persona», declaró, refiriéndose a la reciente apertura de la convocatoria para la elección.

María del Rosario Piedra Ibarra, quien asumió el cargo en noviembre de 2019, ha enfrentado críticas desde su llegada, especialmente por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su gestión ha sido cuestionada por diversas organizaciones civiles, que han señalado un “deterioro considerable” en su desempeño, según un informe del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro. Este documento destaca que, al final de su mandato, la CNDH se encuentra debilitada tanto internamente como en su papel ante la sociedad.

En este contexto, Piedra Ibarra presentó su registro ante el Senado el 15 de octubre para buscar un segundo periodo al frente de la CNDH, afirmando que se han logrado avances en la transformación del organismo, aunque reconoció que aún queda pendiente su consolidación. Las próximas decisiones del Senado serán clave para determinar el rumbo de la CNDH en un momento crítico para los derechos humanos en México.