La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lamentó y condenó el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el domingo 20 de octubre en Chiapas. Durante la conferencia mañanera de este lunes, Sheinbaum informó que se está llevando a cabo una investigación sobre el caso. “El día de ayer, la secretaria de Gobernación estuvo en comunicación con el gobierno estatal, la Diócesis y las autoridades eclesiales. Estamos coordinándonos para poder avanzar en la investigación y que este crimen no quede impune”, declaró desde Palacio Nacional.

La mandataria anunció que se reunirá con el gobernador saliente de Chiapas, Rutilio Escandón Cadena, y el entrante, Eduardo Ramírez Aguilar, para definir una estrategia de seguridad específica para la entidad.

Ayer, durante una gira por Yucatán, Sheinbaum había manifestado su conocimiento del crimen y confirmó que se habían dado instrucciones para investigar de inmediato. Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Gobernación, también expresó su pesar: “Lamentamos los acontecimientos en los que perdió la vida el padre Marcelo Pérez Pérez. Nuestra solidaridad con la comunidad católica y el compromiso del Gobierno de México de que no habrá impunidad”, publicó en su cuenta de X.

Según la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas, el sacerdote y activista por los derechos de los pueblos indígenas había salido a oficiar misa en Cuxtitali, San Cristóbal de las Casas, y se dirigía a la iglesia de Guadalupe cuando fue atacado. Dos personas en motocicleta se acercaron y abrieron fuego contra su vehículo.

La Compañía de Jesús condenó el crimen y exigió a las autoridades de todos los niveles esclarecer el hecho y proteger a las comunidades chiapanecas asediadas por el crimen organizado. Es importante recordar que el padre Marcelo fue un defensor activo de la paz en el estado y participó en marchas para exigir seguridad para los pobladores.

Durante casi diez años, el sacerdote había sido víctima de amenazas y agresiones, contando con una orden de protección emitida por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, al momento del ataque, viajaba solo. Recientemente, el padre había denunciado el aumento de violencia en la región, señalando que los grupos criminales habían puesto “precio a su cabeza”.

Este trágico suceso destaca la grave situación de seguridad en Chiapas y la necesidad urgente de proteger a quienes defienden los derechos humanos en el país.