Nueva Delhi, 24 oct (EFE).- Fuertes lluvias y vientos comenzaron a azotar varios estados del noreste de la India y el oeste de Bangladés poco antes del impacto del severo ciclón ‘Dana’, que ha provocado la cancelación de vuelos y un alerta máxima en las zonas costeras.
Las autoridades de la India han evacuado hasta el momento a casi medio millón de personas antes de la llegada del ciclón de categoría intensa a las costas del este de la India esta medianoche.
La tormenta ciclónica se encuentra en la Bahía de Bengala a pocos kilómetros de los estados indios de Odisha y Bengala Occidental, informó el Departamento de Meteorología de la India (IMD), que prevé que inicie su entrada a tierra alrededor de la 24.00 horas (18.30 GMT).
Lo hará acompañado de fuertes lluvias que mantendrán hasta el viernes a cerca de una decena de distritos en alerta roja, además de vientos por encima de 100 kilómetros por hora, con ráfagas que alcanzarán los 120 km/h, según el IMD.
La llegada del ciclón propició que las operaciones de vuelo estén suspendidas entre esta tarde y la mañana del viernes en la zona costera de Bengala Occidental, incluida en su capital, Calcuta, informó el aeropuerto capitalino.
En Odisha, hasta 45 vuelos serán cancelados o sufrirán desvíos o retrasos, afirmó a los medios el director del aeropuerto de Bhubaneswar, la capital estatal, Prasanna Pradhan. A esto se suma la cancelación de cientos de trenes, reportada por la compañía de Ferrocarriles de la India.
La tormenta podría inundar además mas de una decena de distritos costeros de Bangladés, incluido la ciudad porteña de Chittagong y Cox’s Bazar, sede de los campamentos de refugiados rohinyás en este país, y sus islas y ‘chars’, según un boletín de la oficina meteorológica bangladesí.
La Bahía de Bengala suele sufrir el paso de ciclones entre abril y mayo, y octubre y noviembre. Sin embargo, en los últimos años apoyados al minuto por los satélites meteorológicos indios, la India y Bangladés han logrado evitar catástrofes como la de 1999, cuando un ciclón similar golpeó Odisha y dejó más de 9.000 muertos.