“Narges Mohammadi finalmente está hospitalizada gracias al apoyo de activistas de derechos civiles y humanos, la coalición ‘Free Narges’ y la presión de la comunidad internacional y los medios de comunicación”, dijo su familia en un comunicado.
Sin embargo, denunció que estas nueve semanas de “negligencia y privación, junto con los largos años de prisión y confinamiento solitario, han causado graves daños a la salud” de la activista, por lo que requiere un tratamiento médico prolongado.
La familia de Mohammadi, además de su pleno acceso a la atención médica, exigió su “liberación incondicional”.
Mohammadi, de 52 años, encarcelada en la prisión Evin de Teherán desde 2021, fue condenada la semana pasada a otros seis meses de cárcel por protestar en agosto pasado contra la ejecución del preso Reza Rasai por su supuesta implicación en el asesinato de un agente de inteligencia durante la revuelta desatada por la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022.
Durante esa protesta carcelaria contra la ejecución de Rasai, Mohammadi fue golpeada en el pecho y se desmayó, informó entonces su familia.
Con esta última sentencia, la activista de los derechos humanos suma una pena total de 13 años y nueve meses de prisión y 154 latigazos, entre otros castigos.
No obstante, a pesar de las condenas y el encarcelamiento, la activista ha continuado denunciando las violaciones de derechos humanos en Irán, entre ellos la aplicación de la pena de muerte o la violencia contra las mujeres que no usan el velo islámico.
Mohammadi fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2023 “debido a su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por promover los derechos humanos y la libertad para todos”. EFE