Bruselas, 31 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) impuso este jueves una multa de 462,6 millones de euros a la farmacéutica israelí Teva por obstaculizar la competencia en el mercado de medicamentos contra la esclerosis múltiple, alargando de forma artificial la patente de uno de sus fármacos, el Copaxone, y propagando información engañosa sobre un producto rival.

Bruselas indicó en un comunicado que Teva abusó de su posición dominante con el objetivo de obstaculizar la entrada en el mercado y aceptación de un medicamento similar de la competencia.

Detalló que el Copaxone es ampliamente utilizado para el tratamiento de la esclerosis múltiple y que contiene el ingrediente activo ‘acetato de glatiramer’, del que Teva tenía una patente básica hasta 2015.

La investigación de la Comisión concluyó que la farmacéutica abusó de su posición dominante en los mercados de acetato de glatiramer en Bélgica, Chequia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y España.

Bruselas señaló que cuando la patente de Teva sobre acetato de glatiramer estaba a punto de expirar, la empresa hizo un uso indebido de las normas y procedimientos de la Oficina Europea de Patentes (EPO) sobre patentes divisionales.

Las patentes divisionales son aquellas que derivan de una solicitud de patente principal y comparten un contenido similar, aunque pueden centrarse en aspectos diferentes de un invento y son tratadas de manera independiente cuando se trata de evaluar su validez.

En este caso concreto, Teva presentó múltiples solicitudes de patentes divisionales de manera escalonada, con lo que creó «una red de patentes secundarias en torno al Copaxone centradas en el proceso de fabricación y el régimen de dosificación del acetato de glatiramer», según Bruselas.

«Los rivales impugnaron estas patentes para abrirse camino al mercado. A la espera de la revisión de la EPO, Teva comenzó a hacer valer estas patentes contra los competidores para obtener medidas cautelares provisionales», indicó el Ejecutivo comunitario.

«Cuando parecía probable que las patentes fueran revocadas, Teva las retiró estratégicamente, para evitar una resolución de invalidez formal, que habría sentado un precedente que amenazaría con que otras patentes divisionales cayeran como fichas de dominó», añadió.

La CE explicó que al hacer eso, Teva obligaba a las empresas competidoras a empezar de manera repetida nuevos procedimientos.

«Esta táctica permitió a Teva prolongar artificialmente la incertidumbre legal sobre sus patentes y, potencialmente, obstaculizar la entrada en el mercado de medicamentos competidores a base de acetato de glatiramer. Todas las patentes divisionales de Teva han sido ahora anuladas», expuso Bruselas.

La Comisión también recalcó que la farmacéutica puso en marcha una campaña «sistemática de desprestigio contra un medicamento competidor con acetato de glatiramer para el tratamiento de la esclerosis múltiple, difundiendo información engañosa sobre su seguridad, eficacia y equivalencia terapéutica con el Copaxone», pese a que el producto rival había recibido la aprobación de las autoridades sanitarias relevantes.

La actuación de Teva duró entre cuatro y nueve años en función del Estado miembro y «podría haber impedido que los precios de catálogo disminuyeran, con un impacto negativo en los presupuestos de salud pública», de acuerdo con Bruselas.

«Esto se confirma por el hecho de que, una vez que el producto rival entró en el mercado, los precios de catálogo disminuyeron hasta un 80 %, lo que supuso un importante ahorro para los sistemas sanitarios», declaró la CE.

La multa se fijó teniendo en cuenta la gravedad y duración de las infracciones, así como el valor de las ventas de Teva relacionadas con las mismas. EFE