Durante un concierto de Radiohead en Melbourne, Australia, Thom Yorke, vocalista de la banda, se vio envuelto en un tenso momento que ha generado una ola de reacciones y críticas. Todo comenzó cuando un asistente, identificado como activista pro-palestino, interrumpió la actuación con gritos que señalaban el aparente silencio de Yorke respecto al conflicto en Gaza. La interacción escaló rápidamente, ya que el manifestante increpó al músico, cuestionando cómo podía mantenerse callado ante la situación en Palestina. Yorke respondió de manera confrontativa, invitando al manifestante a subir al escenario para expresar su opinión abiertamente.
Visiblemente molesto, el cantante lanzó una serie de comentarios desafiantes que, según algunos presentes, parecían intentar mantener el control de la situación y la atención del público. Sin embargo, la incomodidad era evidente, y finalmente Yorke abandonó el escenario de manera abrupta, dejando a los asistentes desconcertados. En redes sociales, videos del incidente se viralizaron rápidamente, mostrando el momento en que Yorke reta al activista a que hable en el escenario en lugar de interrumpir desde el público. Luego de unos minutos, el cantante regresó para continuar con el repertorio, cerrando con “Karma Police”, aunque el ambiente ya estaba marcado por la tensión.
Este episodio revive una controversia recurrente en torno a la banda y su postura sobre el conflicto israelí-palestino. En 2017, Radiohead fue duramente criticado por grupos de apoyo a Palestina, incluido el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que instó a la banda a cancelar su presentación en Tel Aviv en protesta contra las políticas de Israel en la región. Yorke, en su momento, respondió que actuar en un país no implica necesariamente un respaldo a su gobierno y que la música debe unir a las personas, no dividirlas.
La reciente interacción en Melbourne ha renovado el llamado de varios sectores a boicotear la música de Radiohead, calificando a Yorke de insensible ante las crisis humanitarias en Gaza. Fans y críticos se mantienen divididos; algunos defienden el derecho de Yorke a centrarse en su arte sin ser forzado a tomar una postura política pública, mientras que otros consideran que figuras de influencia deberían asumir una responsabilidad mayor