En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el ganador no siempre es el candidato que obtiene más votos a nivel nacional. Esto se debe a que el presidente no es elegido directamente por los votantes, sino por un organismo denominado el Colegio Electoral, un sistema que genera frecuentes controversias, ya que puede llevar a que un candidato pierda el voto popular pero gane en el resultado final.

 

El funcionamiento del Colegio Electoral

El Colegio Electoral es un mecanismo indirecto de elección presidencial. En lugar de realizar una votación nacional directa, las elecciones se llevan a cabo estado por estado, y cada estado tiene asignado un número determinado de votos electorales, basado principalmente en su población. El total de votos electorales es de 538, y para ganar la presidencia, un candidato debe obtener al menos 270 votos.

El número de votos electorales por estado varía: California, por ejemplo, tiene 54 votos electorales, mientras que estados menos poblados como Wyoming, Alaska y Dakota del Norte, tienen solo tres. Los votos electorales de cada estado se asignan al candidato que gane la mayoría del voto popular en ese territorio, independientemente de si la diferencia es por un solo voto o por una amplia mayoría.

 

¿Es posible perder el voto popular y ganar las elecciones?

Sí, en el sistema del *Colegio Electoral*, es posible que un candidato gane la presidencia sin haber obtenido la mayoría de los votos populares a nivel nacional. Esto ocurrió en 2016, cuando Donald Trump ganó las elecciones pese a recibir casi tres millones de votos menos que Hillary Clinton. Lo mismo sucedió en 2000, cuando George W. Bush venció a Al Gore a pesar de que Gore había obtenido medio millón de votos más que Bush.

Este sistema ha llevado a situaciones controvertidas en la historia electoral de Estados Unidos, donde algunos presidentes fueron elegidos sin contar con el respaldo popular. Desde 1824, solo otros tres presidentes han llegado a la Casa Blanca sin obtener más votos a nivel nacional que su oponente.

 

¿Por qué se llama Colegio Electoral?

El término «colegio» hace referencia al grupo de personas encargadas de emitir los votos en nombre de cada estado, conocidos como *electores*. Aunque en teoría estos electores podrían votar por el candidato que prefieran, la mayoría de ellos siguen la voluntad popular del estado y votan por el candidato que ha ganado allí. En la práctica, los electores rara vez se desvían de esta norma, pero aquellos que lo hacen son llamados *electores infieles*.

En las elecciones de 2016, por ejemplo, siete electores no votaron conforme al resultado de su estado, aunque esta desviación no alteró el resultado final. En algunos estados, los electores infieles pueden ser sancionados con multas o incluso procesos judiciales.

El Colegio Electoral es una de las características más singulares y controvertidas del sistema electoral estadounidense, pues puede llevar a resultados en los que el candidato que recibe menos apoyo popular a nivel nacional pueda, sin embargo, ganar la presidencia. Este sistema refleja las complejidades de las elecciones en un país con un tamaño y diversidad poblacional tan vastos, pero también alimenta el debate sobre si debería reformarse para reflejar de manera más fiel la voluntad del electorado.