«Este es otro ejemplo de cómo Hizbulá establece una infraestructura logística para transferir armas de Siria al Líbano a través de rutas de contrabando», recoge el texto.
El Ejército sostiene que Hizbulá almacena armas pesadas en edificios de civiles de Líbano, una de sus principales premisas en su ofensiva de bombardeos masivos e incursión terrestre, y dice lo mismo de zonas de Siria cercanas a la frontera.
Según la agencia de noticias oficial siria SANA, los ataques israelíes tuvieron como objetivo una zona industrial de la provincia de Homs y «algunos edificios residenciales que la rodean», algo que también confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y con una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Fuentes oficiales confirmaron también a EFE, bajo condición de anonimato, que el Ejército israelí lanzó tres bombardeos: uno contra la zona industrial y los otros dos contra áreas cercanas, si bien por el momento se desconoce si se han producido víctimas mortales.
Este nuevo ataque se produce un día después de que el Ejército israelí bombardeara ayer las afueras de la capital siria, Damasco, y foco de ataques precisos en los últimos meses.
El ministerio de Exteriores de Siria denunció que esas acciones provocaron «importantes daños materiales» y pidió a los Estados miembros de la ONU detener la «agresión israelí».
Aunque ya tenían lugar con anterioridad de forma relativamente frecuente, Israel ha intensificado sus acciones contra el territorio sirio desde el inicio de la guerra de Gaza, y sobre todo desde que dio inicio a su incursión terrestre.