El pasado 7 de noviembre, los pasajeros del Explorer of the Seas, un crucero operado por Royal Caribbean, vivieron momentos de gran angustia cuando el barco sufrió una inclinación de 45 grados mientras navegaba cerca de las Islas Canarias. El incidente, que ocurrió en medio de un fuerte oleaje, desató el pánico a bordo, provocando que muchos de los miles de pasajeros a bordo temieran lo peor.

De acuerdo con los informes, el crucero se encontraba en su ruta habitual de Barcelona a Miami cuando, cerca de Tenerife, en España, una ráfaga de viento inesperada provocó un movimiento brusco en la embarcación. Aunque inicialmente algunos pasajeros pensaron que se trataba de un efecto especial, pronto se dieron cuenta de la gravedad de la situación al escuchar gritos de alarma y ver objetos deslizarse por el barco.

Testigos del suceso describieron escenas de caos, en las que los pasajeros se aferraron a todo lo que pudieron para mantener el equilibrio, mientras los muebles, botellas y platos se rompían y caían al suelo. Algunos informaron que una pantalla digital estuvo a punto de golpear a un pasajero, mientras otros luchaban por mantenerse en pie. A pesar de la intensidad del evento, la situación solo duró unos minutos.

Uno de los pasajeros, identificado como Dan, originario de Toronto, Canadá, comentó que la experiencia fue tan aterradora que pensó en su última comunicación, sintiendo que el barco podría hundirse. Otros describieron el episodio como una experiencia similar a la vivida por los pasajeros del Titanic.

Tras el incidente, Royal Caribbean informó que uno de los pasajeros resultó herido y fue necesario un desvío del barco hacia Las Palmas, en Gran Canaria, para que recibiera atención médica. La empresa indicó que la inclinación fue causada por una ráfaga de viento sorpresiva cerca de Tenerife, lo que provocó el repentino movimiento del barco. Afortunadamente, el incidente no resultó en mayores daños, y los pasajeros pudieron continuar con su viaje.

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