En una reciente entrevista con The Times, Keira Knightley, conocida por su icónicos papeles en Piratas del Caribe y Orgullo y prejuicio, dejó claro que no tiene planes de regresar a proyectos de larga duración típicos de las grandes franquicias de Hollywood. A sus 39 años, y madre de dos hijas, Edie de 9 años y Delilah de 5, la actriz británica ha decidido ser más selectiva con los proyectos a los que se dedica, priorizando su tiempo con la familia sobre la exigente rutina de la industria cinematográfica.

Prioridades familiares sobre la fama

Knightley explicó que, desde que se convirtió en madre, su enfoque ha cambiado por completo: “No podría ir de trabajo en trabajo en el extranjero ahora. No sería justo para ellas, y no querría hacerlo”, declaró. La actriz resaltó que, al ser madre, ha decidido “dar un gran paso atrás” en su carrera para poder estar más tiempo con sus hijas. Según la estrella, el haber elegido tener hijos implica tomar decisiones difíciles, pero necesarias para equilibrar su vida familiar y profesional.

Durante la entrevista, Knightley compartió anécdotas sobre sus hijas, destacando que ambas están completamente desinteresadas en su carrera como actriz. Edie, su hija mayor, nunca ha visto ninguna de las películas de su madre: “Está completamente desinteresada”, confesó Knightley. Además, recordó que cuando su hija visitó el set de El cascanueces y los cuatro reinos a los tres años, ni siquiera mostró interés por el resultado final: “Pensé: ‘Este año quizás quiera verlo’, pero me dijo: ‘No’”. La actriz considera que esta actitud de sus hijas es “completamente razonable” y lo ve como una actitud “muy saludable”.

Aunque sus hijas no prestan atención a su carrera, sí son grandes fanáticas de la saga Harry Potter. Knightley relató una divertida anécdota en la que su hija Edie expresó que “Los actores no deberían interpretar a otros personajes” después de ver a Emma Watson en otra película. Knightley, en tono de broma, le respondió: “Bueno, cariño, si no fuera así, no viviríamos en esta casa”.

Reflexiones sobre Piratas del Caribe y la fama

Aunque Piratas del Caribe marcó un antes y un después en la carrera de Knightley, la actriz reflexionó sobre las críticas que recibió tanto por su trabajo como por su imagen. “Es algo extraño tener algo que te estaba haciendo y destruyendo al mismo tiempo”, afirmó, haciendo alusión a la manera en que fue percibida públicamente. Sin embargo, destacó que el éxito de la franquicia le permitió acceder a otros proyectos que la llevaron a ser nominada al Oscar. “Fui vista como una mierda por esas películas, pero gracias a su éxito pude hacer las películas que me llevaron a las nominaciones al Oscar”.

A pesar de su decisión de alejarse de las franquicias de gran escala, Keira Knightley tiene un próximo proyecto en el horizonte: Black Doves, un thriller de espionaje de Netflix que se estrenará el 5 de diciembre. En esta película, Knightley interpretará a Webb, una espía que oculta su identidad bajo la fachada de madre de familia casada, mientras pasa secretos políticos a la organización para la que trabaja, en un Londres ambientado durante la Navidad.

Vida personal y reflexiones sobre la fama

En cuanto a su vida personal, Knightley compartió detalles de su relación con James Righton, con quien está casada desde hace 11 años. “Nos fastidiamos mucho el uno al otro, pero, maldición, cómo nos reímos”, dijo sobre su matrimonio con el músico. También abrió su corazón sobre los retos que enfrentó debido a la fama, revelando que a los 22 años sufrió un colapso mental diagnosticado como trastorno de estrés postraumático. “Tuve que hacer hipnoterapia para poder pararme en una alfombra roja sin tener un ataque de pánico”, confesó, mostrando la parte más vulnerable de su vida.