El Senado español, donde tiene mayoría absoluta el conservador Partido Popular, se convirtió hoy en escenario de una «cumbre antiabortista» que ha unido a dirigentes conservadores y de ultraderecha contra el derecho al aborto y que ha provocado duras críticas desde la izquierda.
La VI Cumbre Transatlántica «Por la libertad y la cultura de la vida» organizada por la Red Política por los Valores ha reunido en el Senado a representantes de más de 20 países.
La Red Política por los Valores es una organización presidida por el chileno José Antonio Kast, un dirigente de derecha radical que no oculta su afinidad con el desaparecido dictador Augusto Pinochet.
En el Senado, el ultraderechista Vox, en la voz de su secretario general, Ignacio Garriga, ha reivindicado la cultura de la vida «frente a la cultura de la muerte» que, a su juicio, impulsa el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, con políticas a favor del derecho al aborto y a una muerte digna.
Garriga se ha referido también a la migración para llamar la atención sobre el «invierno demográfico» español, «donde no nacen niños y se opta por fomentar la inmigración ilegal».
«Queremos reivindicar el nacimiento de los españoles y que el Gobierno, nacional o autonómico, se vuelque en las familias y en los jóvenes que quieren sacar adelante un proyecto familiar», ha añadido.
En la cumbre ha participado también Jaime Mayor Oreja, exministro del PP, quien ha considerado que «el aborto libre ha sido derrotado en las elecciones americanas» que dieron la victoria a Donald Trump.
Sin embargo ha dicho que, pese a esa victoria, «es un error pensar que hemos ganado».
Mayor Oreja ha advertido a los asistentes a la cumbre de que no tienen que tener temor. «Estamos ganando a pesar de que la moda dominante siga rabiosa y enfadada con nosotros».
Repudio desde la izquierda
La cita ha sido duramente criticada por la izquierda y organizaciones feministas, como la que hoy convocó una protesta en las afueras del Senado con un grupo de activistas en defensa del derecho al aborto.
Desde el Gobierno, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha considerado «intolerable» que el Senado se convierta «en un parque temático de la extrema derecha frente a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres».
Redondo ha insistido en que este ataque a los derechos «es absolutamente reprobable» y ha considerado que, frente a ese intento de revertir derechos, solo hay un camino: «Más libertad y más feminismo».
También la titular de Sanidad, Mónica García, ha denunciado la «ola reaccionaria internacional, amparada en la derecha reaccionaria» de España que quiere «esparcir su odio».
«Las mujeres y la sociedad española no lo vamos a consentir, por mucho que quieran traernos sus ideas retrógradas, reaccionarias y medievales», ha dicho la ministra.
El PP, por su parte, ha defendido que el Senado es una institución pública y que próximamente acogerá otro congreso «de ideología radicalmente distinta».
Por ello, ha precisado, en la Cámara Alta caben congresos y foros de todos aquellos que quieran manifestar sus opiniones «dentro del respeto constitucional y del Estado de Derecho».