En un intento por independizarse de los precursores químicos importados de China, el Cártel de Sinaloa ha comenzado a infiltrarse en universidades de Culiacán para reclutar a estudiantes de Química con el fin de producir fentanilo de manera más potente y completamente nacional. Así lo revela un reportaje de The New York Times.

De acuerdo con el informe, miembros del narcotráfico buscan incorporar a jóvenes con conocimientos avanzados en química para que trabajen en la mejora del fentanilo y la síntesis de los precursores, evitando así la necesidad de importarlos desde el extranjero. Los «cocineros» del cártel entrevistados por el medio estadounidense explicaron que requieren de estos talentos para fabricar una versión más fuerte de la droga, y supervisar o asistir en la producción.

El reportaje incluye testimonios de siete cocineros de fentanilo, tres estudiantes de Química, un profesor universitario, dos agentes de alto rango y un reclutador del Cártel de Sinaloa, quienes detallaron cómo los estudiantes seleccionados experimentan con la droga o participan activamente en la producción.

Según los testimonios de los estudiantes, la oferta económica es un incentivo importante. Un joven de segundo año relató que fue abordado por un reclutador que le ofreció 800 dólares (alrededor de 16,375 pesos mexicanos) como pago inicial, además de un salario mensual equivalente, a cambio de su participación en los laboratorios clandestinos donde se fabrica el fentanilo.

El proceso de síntesis de los precursores desde cero, según expertos como James DeFrancesco, profesor de Química Orgánica en la Universidad Loyola de Chicago, es complicado y riesgoso. A pesar de utilizar equipos de protección como máscaras antigases y trajes especiales, los involucrados en la producción de la droga enfrentan serios peligros, incluidos la exposición a sustancias tóxicas, explosiones y la posibilidad de represalias por errores en el proceso.

Un reclutador del Cártel detalló que buscan jóvenes con habilidades tanto teóricas como prácticas, inteligentes, emprendedores y discretos. En algunos casos, el cártel incluso ofrece pagar la universidad de los estudiantes para asegurar su lealtad y compromiso.

Aunque hasta el momento no se ha logrado sintetizar completamente los precursores, el Cártel ha conseguido hacer el fentanilo más potente, gracias a la colaboración de los estudiantes reclutados. Las autoridades de Estados Unidos advierten que, a medida que los cárteles logren un mayor control sobre la producción de fentanilo, será cada vez más difícil frenar la expansión de esta droga sintética.