Rupert Grint, conocido mundialmente por su papel de Ron Weasley en la saga de Harry Potter, se enfrenta a una significativa deuda fiscal tras perder una disputa legal contra las autoridades del Reino Unido. El actor deberá pagar 1.8 millones de libras (aproximadamente 2.3 millones de dólares) a Su Majestad la Renta y Aduanas (HMRC), la agencia tributaria británica, luego de que un juez determinara que había cometido un error en su declaración fiscal.

El caso se centró en la declaración fiscal de 2012 de Grint, quien erróneamente clasificó los pagos residuales recibidos por su participación en la famosa saga de películas como activos de capital, en lugar de ingresos. Esta maniobra, que buscaba reducir su carga impositiva, fue identificada por la HMRC, que investigó la clasificación incorrecta de 4.5 millones de libras (aproximadamente 5.7 millones de dólares) obtenidos por las ventas de DVD de Harry Potter.

La agencia tributaria también detectó irregularidades en la clasificación de otras fuentes de ingresos del actor, como derechos de transmisión y sindicaciones televisivas, lo que parece haber sido un intento por parte de Grint de reducir su tasa impositiva, ya que los activos de capital están sujetos a impuestos más bajos que los ingresos en el Reino Unido.

La jueza Harriet Morgan, al emitir su fallo, explicó que las ganancias residuales de Grint derivaban mayormente de su trabajo y, por tanto, debían considerarse ingresos gravables. No obstante, la magistrada reconoció que el actor había delegado la gestión de sus finanzas a su padre, Nigel Grint, y a su equipo de contadores, sin conocer la magnitud de las irregularidades fiscales.

Durante el litigio, se reveló que Rupert Grint creó en 2011 la empresa Clay 10 Limited, a la que transfirió sus derechos residuales como capital. Esta compañía, que hasta marzo de 2023 registraba más de 27 millones de libras (aproximadamente 34 millones de dólares) en capital, fue comparada con la táctica utilizada por The Beatles en los años 60, quienes crearon una empresa para transferir sus derechos de música y así pagar un impuesto más bajo sobre ganancias de capital, en lugar de sobre la renta.

Este no es el primer enfrentamiento fiscal que Grint ha perdido contra el gobierno británico. Según Associated Press, en 2019 también perdió un caso relacionado con un reembolso de impuestos por un millón de libras (1.2 millones de dólares).

A pesar de las complicaciones fiscales, Rupert Grint sigue activo en la industria del entretenimiento. Tras el cierre de Harry Potter con Las Reliquias de la Muerte: Parte 2, el actor ha mantenido un perfil relativamente bajo en cine y televisión. Sin embargo, ha tenido apariciones destacadas en proyectos recientes como la película Knock at the Cabin y la serie Servant de M. Night Shyamalan. Además, participó en un episodio de la antología de Guillermo del Toro, Cabinet of Curiosities, para Netflix en 2015.