El Gran Premio de Abu Dhabi de 2024 culminó con otro duro golpe para Checo Pérez. El piloto mexicano había logrado ganar algunas posiciones al inicio de la carrera, pero apenas en la vuelta dos, Valtteri Bottas (Sauber) impactó el auto de Pérez, quien perdió el control de su monoplaza, realizó un trompo y se vio obligado a retirarse de la competencia.
Este abandono reafirma la difícil temporada que ha tenido el tapatío, quien no logró obtener ni una victoria con el RB20, el monoplaza de Red Bull Racing. Durante la entrevista en el corralito, Checo no ocultó su frustración. «Una carrera complicada, un balance complicado. Ha sido un muy buen resumen de lo que ha sido la temporada este final de carrera», expresó el piloto de Guadalajara mientras la carrera continuaba en la pista de Yas Marina.
Antes del contacto con Bottas, Pérez ya enfrentaba dificultades con su coche. Según confesó el propio piloto, el RB20 ya presentaba fallos en el motor. «Creo que el motor venía dañado antes del toque. Cada que cambiaba (la marcha), patinaba el clutch. Yo creo que el problema ya lo traíamos desde antes, en la recta perdía mucho tiempo cada que cambiaba (la marcha)», detalló Checo, quien agregó que el golpe con Bottas empeoró la situación, dejando el coche con el clutch «enganchado».
En sus declaraciones, Checo Pérez también lanzó lo que parece una sutil indirecta hacia Red Bull Racing, su equipo. «Al final los pilotos dependemos mucho de nuestro entorno y de nuestro auto, qué tanto le puedas sacar el 100 porciento; este año difícilmente podrías sacarle el 100%, sin duda que (el Checo Pérez del 2024) es tan bueno como el subcampeón del mundo del año pasado», comentó, sugiriendo que las dificultades con el coche le impidieron rendir al máximo nivel.
Con este nuevo tropiezo, Pérez cierra una temporada 2024 marcada por la falta de victorias y una relación tensa con el rendimiento del coche, dejando abierta la pregunta sobre su futuro con el equipo.