Los Oklahoma City Thunder pudieron este sábado con los Houston Rockets en la T-Mobile Arena de Las Vegas y les ganaron por 111-96 para volar a la final de la NBA Cup, en la que se medirán con los Milwaukee Bucks, verdugos de los Atlanta Hawks.

Los Thunder derrumbaron el muro de los Rockets, una de las franquicias más agresivas defensivamente en la NBA, liderados por Shai Gilgeous-Alexander, protagonista con 32 puntos, ocho rebotes, seis asistencias y cinco robos.

Lo hicieron pocas horas después de que, en el mismo escenario, los Bucks ganaran por 110-102 a los Hawks impulsados por 32 puntos y catorce rebotes del griego Giannis Antetokounmpo.

Gilgeous-Alexander consiguió dejar su huella en el partido pese a la feroz defensa de Dillon Brooks, que intentó con todo limitar sus movimientos.

En los Thunder, que siguen sin poder contar con Chet Holmgren, lesionado, Luguentz Dort brilló con 19 puntos, nueve rebotes y cinco triples clave para que OKC pisara el acelerador en la segunda mitad.

Los Rockets dijeron adiós a la NBA Cup en una noche en la que no pasaron del 36.5 % de acierto en tiros de campo. Amen Thompson fue su máximo anotador con 19 puntos saliendo del banquillo.

Seis jugadores de los texanos, entrenados por Ime Udoka, acabaron con dobles dígitos, pero eso no fue suficiente para contener el talento de los Thunder.

El pívot turco Alperen Sengun, pese a su doble doble de trece puntos y once rebotes, no consiguió ser dominante como había mostrado en sus recientes actuaciones. Nueve de sus trece puntos llegaron en el cuarto período.

Dillon Brooks metió catorce puntos, capturó cinco rebotes y conectó cuatro triples.

Se midieron dos de las franquicias más jóvenes y ambiciosas de la NBA, unos Rockets que en los cuartos de final tumbaron con polémica a los Golden State Warriors y unos Thunder que acabaron con el camino de los Dallas Mavericks del esloveno Luka Doncic.

Fue un choque entre dos brillantes defensas y los porcentajes lo reflejaron por todo lo alto desde el comienzo. El luminoso marcaba 42-41 para los Rockets al descanso. Los texanos lanzaron con un 31 % de acierto en tiros de campo y los Thunder, con un 33 %. Desde el arco, los números fueron aún más bajos: 21 % para Houston y apenas 11 % para OKC.

Hasta a Gilgeous-Alexander, habitualmente un francotirador, le costó encontrar ritmo ante la feroz defensa de Houston, y le tocó sostener a los Thunder sobre todo desde la línea de libres.

El muro de los Rockets, agresivos y concentrados para desactivar a los Thunder, empezó a romperse en el tercer período. OKC anotó quince puntos en menos de cinco minutos y Gilgeous-Alexander, con doce puntos, y Dort, contundente con tres triples, fueron cogiendo ritmo.

Se aferraron al partido los Rockets, pero los Thunder, con Gilgeous-Alexander dirigiendo las operaciones y Isaiah Hartenstein imponiendo su poderío en la pintura (10 puntos en el último cuarto) aceleraron hacia la final.

El equipo de Mark Daigneault peleará el martes, de nuevo en Las Vegas, por el primer título de la franquicia desde que se estableciera en Oklahoma City tomando el relevo de los Seattle SuperSonics.