Cinco personas han sido imputadas en relación con la trágica muerte de Liam Payne, exmiembro de la exitosa banda One Direction, quien falleció tras caer del tercer piso de un hotel en Buenos Aires. La noticia fue reportada por la prensa argentina, que detalló cómo las autoridades comenzaron la investigación en octubre de 2024, poco después de la muerte del cantante británico.

Entre los acusados se encuentran Gilda Martín, gerente del hotel CasaSur, y uno de sus empleados, Esteban Grassi, quienes enfrentan cargos por homicidio involuntario. Además, Roger Nores, quien al parecer era amigo cercano de Payne, ha sido imputado por el mismo delito, según confirmaron las autoridades argentinas.

Por otro lado, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, también empleados del hotel, han sido acusados de haber suministrado drogas al cantante antes de su fatal caída. La Fiscalía Nacional de Argentina, que sigue desarrollando el caso, ha emitido una orden de prisión preventiva para dos de los imputados, cuyos nombres aún no han sido divulgados. Estos dos individuos deberán comparecer ante un tribunal en las próximas 24 horas.

El trágico incidente ocurrió cuando Payne, al parecer bajo los efectos del alcohol y las drogas, cayó del balcón de su habitación. En las investigaciones iniciales, se encontraron sustancias en la habitación del cantante, además de muebles y objetos dañados. De acuerdo con los informes de Infobae, el personal del hotel había realizado dos llamadas a los servicios de emergencia, alertando sobre un huésped que, después de consumir «demasiadas drogas y alcohol», estaba «destrozando la habitación entera».

La noticia ha conmovido a sus seguidores y a la comunidad internacional, y la policía continúa investigando las circunstancias exactas que llevaron a la muerte del cantante. Por su parte, la BBC ha solicitado comentarios a la Fiscalía Nacional para obtener más detalles sobre el avance de la investigación.

Roger Nores, uno de los acusados, había declarado previamente a TMZ que él y Payne habían pasado tiempo juntos antes de su caída, y que el cantante se encontraba «juguetón y feliz» cuando lo dejó alrededor de una hora antes del fatal incidente.