El mundo de la animación está de luto tras el fallecimiento de Perry, el burro que inspiró al entrañable personaje de «Burro» en la película «Shrek». Perry murió el 2 de enero de 2025 en Palo Alto, California, a los 30 años, debido a una laminitis, una enfermedad dolorosa e incurable que afecta los cascos de los equinos.

Nacido en 1994, Perry residía en el Barron Park de Palo Alto, donde fue cuidado por la organización Barron Park Donkeys desde 1997. Esta entidad, dedicada al bienestar de los burros desde la década de 1950, expresó su profundo pesar por la pérdida de Perry a través de sus redes sociales, destacando el impacto que tuvo en la comunidad local y en la industria del cine.

La contribución de Perry al cine fue significativa. Los animadores de DreamWorks se basaron en fotografías y videos de Perry para capturar su comportamiento y apariencia, dando vida al carismático «Burro» que acompañó a Shrek en sus aventuras. En la versión original en inglés, el personaje fue interpretado por Eddie Murphy, mientras que en la versión en español, la voz fue aportada por José Mota.

A lo largo de los años, Perry se convirtió en una figura emblemática en Palo Alto, siendo un miembro querido de la comunidad. Su partida ha dejado un vacío en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron, tanto en su entorno cercano como en la audiencia global que disfrutó de «Shrek». La organización Barron Park Donkeys ha anunciado que próximamente se darán a conocer los planes para rendir homenaje a Perry, permitiendo que la comunidad y los admiradores celebren su vida y legado.

La franquicia de «Shrek» ha dejado una huella indeleble en la cultura popular desde el estreno de su primera película en 2001. El personaje de «Burro», inspirado en Perry, ha sido fundamental en el éxito de la serie, aportando humor y calidez a la narrativa. Se espera que la quinta entrega de la saga se estrene el 1 de julio de 2026, y aunque Perry ya no esté presente, su espíritu perdurará en la pantalla grande a través de su contraparte animada.

La historia de Perry es un recordatorio del impacto que los animales pueden tener en el arte y la cultura, trascendiendo su existencia física para convertirse en símbolos de creatividad y compañerismo. Su legado vivirá en cada sonrisa que «Burro» provoque en las futuras generaciones de espectadores.