El Gobierno federal presentó Olinia, una nueva armadora con el objetivo de aumentar la oferta de autos eléctricos nacionales. Olinia se dedicará a la producción de miniautos compactos, con precios que van de los 90 mil a los 150 mil pesos, buscando ofrecer opciones accesibles para los consumidores mexicanos.

Durante la conferencia matutina del 6 de enero, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, destacó que, aunque ya existen autos eléctricos en el país, muchos dependen de piezas importadas que elevan su costo. Por esta razón, el proyecto Olinia se centrará en vehículos de bajo costo y dimensiones reducidas, ideales como alternativa a las motocicletas, que han sido vinculadas con un aumento de los accidentes de tránsito en los últimos años. Sheinbaum resaltó que los autos de Olinia serán pequeños, seguros, eléctricos, fáciles de cargar y con un alto porcentaje de componentes nacionales.

La secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz Gutiérrez, explicó que el nombre «Olinia» proviene del náhuatl, significando «moverse» o «movimiento». La creación de esta armadora es considerada un avance histórico, pues no solo se trata de fabricar minivehículos eléctricos, sino también de generar una transferencia tecnológica entre el sector académico, la investigación y la creación de nuevas empresas, con una colaboración público-privada.

Roberto Capuano Tripp, encargado del Proyecto de Desarrollo Sustentable en la Ciudad de México, Estado de México y Hidalgo, detalló que Olinia buscará ofrecer soluciones de movilidad personal, alternativas a los mototaxis y opciones para entregas de última milla. La producción de los vehículos se basará en una plataforma modular, lo que permitirá fabricar diversos modelos de manera eficiente. La colaboración con el Instituto Politécnico Nacional y el Tecnológico Nacional de México será fundamental para el proyecto.

La inversión inicial destinada a la armadora es de 25 millones de pesos, con planes para lanzar los miniautos eléctricos antes del Mundial de 2026, con la meta de que estos vehículos lleguen al Estadio Azteca como parte de la movilidad oficial.