Pacientes en Bolivia denuncian que los medicamentos que requieren para sus tratamientos de enfermedades crónicas y otras ambulatorias han subido de precio en los últimos meses hasta en un 100 %, debido a la crisis económica que se vive en el país, situación que aseguran los pone en riesgo de hasta «perder la vida».

Teresa Jaldín, de 45 años, recibe un tratamiento endocrino desde octubre y aseguró a EFE que los medicamentos que toma cada mes aumentan de precio.

«Tengo que tomar vitaminas y hormonas femeninas y por lo menos han subido un 30 %, la caja de vitaminas que costaba 75 bolivianos (10,8 dólares) ahora me costó 90 bolivianos (13 dólares)», contó.

Jaldín explicó que en las farmacias de La Paz, sede de Gobierno, los ciudadanos encuentran sus medicamentos con el precio elevado o no los encuentran porque los laboratorios «no logran importar lo de antes».

Por su parte, la encargada de una farmacia en el centro de La Paz dijo que «lamentablemente» hay medicamentos que «no están llegando por la escasez del dólar» y hay otros que «han subido de precio, por lo menos un 30 %», razón por la que no pueden «seguir con los mismos precios porque tampoco conviene».

Esta opinión coincide con la situación en otro dispensario. «Ha subido el precio, especialmente de los medicamentos para enfermedades crónicas, no se encuentran. Si hay, lo poco que tenemos se vende en menos de una semana y tarda en llegar de nuevo», contó una encargada.

La presidenta de la Asociación de Personas con Cáncer y Familiares de Bolivia, Rosario Calle, señaló a EFE que otros medicamentos controlados como la morfina y el tramadol en gotas tampoco hay ni en el seguro ni en las farmacias.

Pacientes crónicos en riesgo

Si bien para otras especialidades el precio de los medicamentos se incrementó en un 30 %, la situación es más grave para los pacientes con enfermedades crónicas que obtienen medicinas e insumos con el precio elevado al 100 %.

«La situación está peor, ha subido todo el doble, desde una jeringa que costaba 5 bolivianos (0,72 dólares) ahora cuesta 10 bolivianos (1,45 dólares)», dijo a EFE Rosalía Conde, representante de enfermos con cáncer de uno de los hospitales de la ciudad de El Alto.

Explicó que medicamentos como el ‘tamoxifeno’, para el tratamiento después de la quimioterapia y radioterapia, subieron el doble y se encuentran muy poco.

«Antes la caja costaba 60 bolivianos (8,68 dólares) ahora cuesta 120 bolivianos (17,3 dólares)», mencionó.

A eso se suma la falta de atención en farmacias del Seguro Universal de Salud (SUS), esto deriva a que los pacientes tengan que ir a farmacias privadas para buscar los medicamentos que necesitan.

«A veces vamos directamente a los laboratorios y compramos, porque en las farmacias el precio es superior o lo poco que llega no abastece», explicó Conde.

Detalló que la situación es «tan grave que algunos pacientes se están dejando morir porque solo en medicamentos tienen que invertir mucho dinero y no tienen».

Bolivia sufre desde principios de 2023 una falta de liquidez de dólares, lo que derivó en que la divisa se venda hasta casi el doble de su cotización oficial (6,96 bolivianos) en el mercado negro y se sumó la escasez de combustible.

Para atenuar esta situación, en noviembre de 2024 el Gobierno boliviano ordenó quitar los aranceles a las importaciones de medicamentos para enfermedades crónicas y también se conformó un comité de control de los precios en las farmacias, algo que hasta la fecha no se ha cumplido.

Daniela Romero