El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha implementado un fuerte incremento en las detenciones de migrantes indocumentados en varias ciudades del país. En lo que va de su mandato, más de 5,500 personas han sido arrestadas, en su mayoría latinoamericanos, a quienes el gobierno califica como “criminales”, a pesar de que muchos no tienen antecedentes penales. Las operaciones, llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), han sido difundidas públicamente a través de las redes sociales, generando controversia y preocupaciones sobre abusos.
Operativos masivos en diversas ciudades
Durante las primeras dos semanas del gobierno de Trump, ICE ha llevado a cabo redadas en más de diez ciudades, incluyendo importantes centros urbanos como Nueva York, Los Ángeles y Chicago. Según los reportes, 5,537 personas fueron arrestadas en estos operativos. Sin embargo, la información sobre las detenciones ha sido limitada y proporcionada de manera fragmentada, con cada oficina regional de ICE decidiendo qué información hacer pública.
En ciudades como Chicago y Nueva York, las operaciones recibieron atención mediática, especialmente cuando autoridades como Tom Homan y Kristi Noem estuvieron presentes, compartiendo en redes sociales videos y fotos de las detenciones.
El perfil de los detenidos y el enfoque del gobierno
El gobierno ha utilizado redes sociales para compartir detalles sobre las personas detenidas, destacando sus antecedentes penales. En su mayoría, se trata de migrantes latinoamericanos, con un caso aislado de una persona originaria de Afganistán. Sin embargo, la administración de Trump ha recibido críticas por su enfoque de considerar a todos los migrantes indocumentados como “criminales”, debido a que no cumplen con las leyes migratorias.
Cifras y colaboración con otras agencias
Las operaciones se han llevado a cabo en colaboración con varias agencias, como la Guardia Nacional, y han tenido lugar en ciudades de estados como Texas, Illinois y Nueva York. En algunas de estas ciudades, los operativos fueron más visibles, con intervenciones directas de altos funcionarios, generando tanto apoyo como rechazo entre los ciudadanos.
Aumento de la capacidad de detención y nuevos centros
Con el objetivo de ampliar la capacidad de detención, el gobierno de Trump ha ordenado la construcción de un nuevo centro de detención en Guantánamo, Cuba, con capacidad para 30,000 personas. Además, se están preparando instalaciones temporales en una base aérea de Colorado para alojar a migrantes. Estas medidas apuntan a un endurecimiento de la política migratoria, que incluye el uso de bases militares como centros de detención.
Denuncias de abusos y arrestos erróneos
Mientras las detenciones continúan, han surgido denuncias de abusos y arrestos injustificados. En varios estados, como Nueva Jersey y Ohio, se han reportado casos de ciudadanos estadounidenses o personas con estatus legal que han sido detenidas por error. Estos incidentes han generado indignación entre las comunidades y funcionarios locales.
La intensificación de las detenciones de migrantes bajo la administración de Donald Trump ha generado polémica debido al alto número de arrestos y las denuncias de abusos. Mientras el gobierno continúa con sus operativos y refuerza la infraestructura de detención, las críticas sobre el enfoque de criminalizar a los migrantes y los errores en las detenciones siguen aumentando. Este escenario pone en evidencia la creciente tensión entre las políticas migratorias de Trump y las demandas de derechos humanos de las comunidades afectadas.
Con información de EFE