La NASA y la Agencia Espacial han recalculado sus previsiones sobre el asteroide 2024 YR4. Las probabilidades de que este objeto impacte la Tierra el 22 de diciembre de 2032 han aumentado al 2,3%. Este asteroide, de más de 50 metros, fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 y, por primera vez, la ONU activó el Protocolo de Seguridad Planetaria. Aunque el impacto es poco probable, las autoridades están tomando medidas preventivas.

¿Qué medidas están tomando las autoridades?

El asteroide 2024 YR4 se puede observar hasta abril de 2025 desde telescopios terrestres. Luego de esa fecha, se requerirán telescopios espaciales para hacer un seguimiento preciso. Se usará el telescopio espacial James Webb, el más potente del momento, para medir el tamaño exacto del asteroide. En caso de un impacto, las áreas de riesgo son el océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico y partes de Asia.

¿Cuáles son las consecuencias de un impacto?

El impacto de un asteroide de este tamaño podría causar daños similares a los que ocurrieron en Tunguska (Siberia) en 1908, donde se arrasó un área del tamaño de la isla de Gran Canaria. Si el asteroide tiene más de 50 metros de diámetro, su impacto podría eliminar ciudades enteras. Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es baja.

¿Qué dicen los expertos sobre el impacto?

El jefe de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea, Richard Moissl, aseguró que las posibilidades de impacto se reducirán a cero en los próximos meses. Además, destacó que la preocupación sobre asteroides está influenciada por películas de Hollywood, que exageran el riesgo de colisión. La ONU y entidades como la Unión Astronómica Internacional realizarán campañas educativas para explicar el verdadero impacto de estos eventos.

Aunque las probabilidades de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra son pequeñas, las autoridades continúan monitoreando su trayectoria. En los próximos meses, se realizarán más investigaciones para evaluar su tamaño y riesgo, utilizando el telescopio James Webb. Se espera que para principios de abril las probabilidades de impacto se reduzcan a cero.