Puebla, Pue. (Dr. Edgar González Ramírez / Universidad Anáhuac Puebla).

«Cada día se ve a la humanidad más victoriosa en la lucha con el espacio y el tiempo», afirmaba con gran sapiencia un joven oriundo de la bella ciudad italiana de Bolonia en 1874. Su educación en la prestigiosa Universidad de Roma lo llevó a ganar, junto a Carl Ferdinand Braun, el Premio Nobel de Física en 1909, en reconocimiento a sus contribuciones al desarrollo de la telegrafía inalámbrica. ¿Ya sabe a quién me refiero? ¡Efectivamente, querido lector! Estamos hablando del gran Guglielmo Giovanni María Marconi, mejor conocido en castellano como Guillermo Marconi. A él se le atribuye la invención de la radio, aunque este revolucionario medio de comunicación fue el resultado de un esfuerzo colaborativo con el propio Braun (poco se dice al respecto). Además, años antes, Nikola Tesla ya experimentaba con transmisiones de radio, y James Maxwell había sentado las bases con sus estudios sobre ondas electromagnéticas. Así, lo que comenzó como un experimento científico terminó convirtiéndose en la compañía inseparable de millones de personas en todo el mundo.

El punto medular del asunto es que, desde 1901, cuando Marconi logró transmitir un mensaje transatlántico desde Inglaterra hasta Canadá, se sentaron las bases para el desarrollo futuro de este medio. La radio jugó un papel crucial durante la Primera Guerra Mundial, permitiendo la coordinación de operaciones militares en tiempo real. Sin embargo, hay un momento que se recuerda con júbilo: la Nochebuena de 1906, cuando el inventor Reginald Aubrey Fessenden realizó la primera transmisión de música y voz a largas distancias. Desde Brant Rock Station, Massachusetts, acompañado de su violín, logró un hito en la historia de las comunicaciones. Años después, en 1920, la KDKA de Pittsburgh se convirtió en la primera estación radiofónica de carácter comercial.

En México, la historia de la radio también se remonta a más de un siglo. En 1923, Don Raúl Azcárraga inauguró la estación CYL y, seis años después, nació «La voz de la América Latina desde México», es decir, la emblemática XEW, bajo el liderazgo de Emilio Azcárraga Vidaurreta.

Durante la primera mitad del siglo XX, la radio se convirtió en el centro del entretenimiento familiar. Programas como “El derecho de nacer”, “La tremenda corte” o “Chucho el roto” paralizaban a la audiencia, mientras la música ranchera, el bolero y el mambo encontraban en la radio su mejor plataforma. Con la llegada de la televisión, muchos creyeron que la radio desaparecería, pero en lugar de morir, se transformó. En los años 80 y 90, las estaciones musicales tomaron el control del dial, mientras que el formato noticioso creció con figuras icónicas como Jacobo Zabludovsky y Pedro Ferriz.

Hoy, en la era del streaming, la radio sigue evolucionando con el auge de los pódcast y la radio digital. A pesar del crecimiento de las redes sociales y la televisión, sigue siendo el medio más confiable en momentos críticos. Durante el terremoto de 1985, cuando las líneas telefónicas colapsaron y la televisión quedó fuera del aire, la radio fue el único canal de información disponible. Lo mismo ocurrió en 2017, cuando estaciones como Radio Educación y W Radio coordinaron esfuerzos de rescate tras el sismo del 19 de septiembre.

En pleno quinto lustro del siglo XXI, la radio enfrenta el reto monumental de competir con las plataformas digitales. Sin embargo, sigue teniendo una ventaja única: su inmediatez y cercanía con la audiencia. Los pódcast han adoptado algunos de sus elementos, pero la radio sigue siendo el único medio capaz de informar en tiempo real sin depender de internet. Por ello, en este DÍA MUNDIAL DE LA RADIO, celebremos su historia, su impacto y su capacidad de adaptación. Porque, aunque los tiempos cambien, la radio seguirá siendo la voz que nos acompaña en cada momento de nuestra vida.

Curiosidades radiofónicas:

  • La primera transmisión radiofónica en México ocurrió en 1921, con un mensaje del presidente Álvaro Obregón.
  • La radio impulsó las carreras de íconos como Pedro Infante, Agustín Lara y Chavela Vargas.
  • En los años 30, las radionovelas eran tan populares que había reportes de calles vacías durante su transmisión.
  • En 1968, la radio fue censurada durante el movimiento estudiantil, pero algunos locutores y estaciones independientes intentaron transmitir información sobre lo que ocurría en la Plaza de las Tres Culturas.
  • La radio en los autos se volvió indispensable en los años 70 y 80. El tráfico en la Ciudad de México (antes Distrito Federal) hizo que programas como los de Jacobo Zabludovsky y el Doctor IQ fueran seguidos por miles de automovilistas.
  • En plena era digital, las estaciones tradicionales han encontrado una nueva vida a través de aplicaciones y streaming, realizando transmisiones en vivo en YouTube y TikTok, atrayendo nuevas audiencias.

Dr. José Edgar González Ramírez

Docente de la Escuela de Comunicación de la Anáhuac Puebla

edgar.gonzalezra@anahuac.mx

SEMBLANZA

José Edgar González Ramírez es Doctor en Administración de Empresas, Maestro en Mercadotecnia Estratégica y Licenciado en Comunicación. Con más de 20 años de trayectoria en la crónica deportiva, ha narrado cerca de 800 partidos de béisbol, colaborando con el Club Pericos de Puebla y cubriendo eventos de gran relevancia como Copas Mundiales de Fútbol, Series del Caribe y la Serie Mundial. Desde hace tres lustros, se desempeña como docente universitario y ha ocupado cargos directivos en diversas instituciones educativas. Actualmente, es director general de Mercasport y del CEDE, además de profesor de tiempo completo en la Universidad Anáhuac Puebla. También es creador y conductor del programa Adrenalina Deportiva, transmitido a nivel nacional durante 16 años. Además, ha sido columnista en medios deportivos y en portales de negocios, con publicaciones en plataformas como CNN Expansión.

Es autor de “El modelo del tigre: Un esquema en los negocios” y tiene prevista la publicación de “El arte de hablar en público”. Como conferencista, imparte ponencias y cursos sobre liderazgo, marketing experiencial, oratoria y periodismo en diversos foros empresariales y académicos, con presencia en países como Panamá, Costa Rica, Francia y España.