La identidad del asesino en serie del siglo XIX, Jack el Destripador, habría sido identificada tras un análisis de ADN. Según la investigación, el criminal fue identificado como Aaron Kosminsky, un barbero polaco que emigró al Reino Unido en la década de 1880.

De acuerdo con un artículo del Daily Mail, la revelación se dio gracias al chal de una de las víctimas. La prenda corresponde a Catherine Eddowes, una de las víctimas, que fue subastada en 2007 al historiador Russell Edwards, misma que tenía sangre de ella como del agresor.

Luego de más de un siglo de especulaciones, el especialista en crímenes históricos reveló que identificó al responsable. Lo anterior, gracias a una investigación que incorpora avances en tecnología forense.

Tras el análisis, se descubrió que el ADN coincidía con los descendientes de Aaron Kosminski, uno de los sospechosos principales.

Pese a la revelación de la supuesta identidad de Jack el Destripador, algunos expertos mantienen dudas sobre el resultado.

Él fue Aaron Kosminski

Kosminski fue un inmigrante polaco que llegó a Londres en la década de 1880. Desde un principio fue uno de los principales sospechosos, pero nunca lo arrestaron ni procesaron.

Comenzó a mostrar signos de enfermedad mental en 1885 y lo ingresaron a varios manicomios. El fin de su vida también habría sido trágico, pues murió en una institución mental en 1919.

Jack el Destripador violó y mutiló a cinco mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales. Los hechos ocurrieron en el Whitechapel, un lugar lleno de marginación y pobreza entre 1888 y 1891.

Aunque la cifra oficial es de cinco personas, se cree que el número real sería mayor. Las víctimas oficiales son Mary Nichols, de 43 años, Annie Chapman, de 47, Elizabeth Stride, de 44, Catherine Eddowes, de 46 y Mary Jane Kelly, de 25, a tres de las cuales les extirparon los órganos internos.

Según Edwards, las pruebas de ADN no solo vinculan a Kosminski con los asesinatos, sino que también explican los motivos detrás de las mutilaciones de las víctimas, lo que había desconcertado a la policía durante más de un siglo.