Este martes 18 de febrero, los veterinarios de México llevarán a cabo un paro nacional como protesta contra la violencia que sufren por ejercer su profesión. La manifestación se originó tras el asesinato del veterinario Héctor Hernández Cañas, ocurrido el 11 de febrero en Tultepec, Estado de México. El profesional fue presuntamente apuñalado por los dueños de una perrita, tras una intervención médica que no logró salvar a la mascota.
Los veterinarios realizarán marchas en la Ciudad de México y en otras partes del país, con el objetivo de exigir mayor seguridad y un marco legal que proteja su ejercicio profesional. Durante este día, los servicios veterinarios se limitarán a emergencias, ya que el personal estará concentrado en la protesta.
El paro y las marchas son convocados por el Sindicato Nacional de Médicos Veterinarios de México (Sinamvet), quienes partirán desde el Palacio de Bellas Artes hacia la Cámara de Senadores, y luego continuarán al Congreso de la Ciudad de México. Los veterinarios demandarán medidas para frenar la violencia que enfrentan, especialmente de grupos activistas, que en ocasiones toman acciones extremas.
Además, estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria Zootecnista de la UNAM se unirán a la causa. Ellos partirán de la explanada del Quijote a las 9:15 horas, para dirigirse hacia el centro de la ciudad y unirse a las manifestaciones.
Paro nacional de veterinarios: Horario y efectos en los servicios
El paro nacional de veterinarios afectará la atención médica para mascotas. Desde las 12:00 hasta las 16:00 horas no se ofrecerán consultas ni venta de productos, y solo se atenderán casos de emergencia. Es importante que los dueños de mascotas consideren este horario al planificar visitas al veterinario, ya que muchos servicios no estarán disponibles durante este periodo.
El caso de Héctor Hernández Cañas
El asesinato de Héctor Hernández Cañas ha causado una gran conmoción en la comunidad veterinaria. El profesional había recibido amenazas desde enero; por parte de una pareja que culpó al veterinario de la muerte de su perrita, Mía. Aunque Hernández Cañas intentó salvarla, la perra falleció debido a la gravedad de su condición. Además, los dueños intentaron extorsionarlo pidiendo 50 mil pesos para evitar difundir un linchamiento mediático contra él.
La Fiscalía del Estado de México investiga el caso y ha señalado a Sandra Jaime Castro y su familia; como presuntos responsables del asesinato. El asesinato de Hernández Cañas; ha puesto de manifiesto los riesgos a los que se enfrentan los veterinarios al realizar su labor; y la necesidad de contar con un marco jurídico que respalde su seguridad.
El paro nacional de veterinarios y las marchas en protesta por el asesinato de Héctor Hernández Cañas; reflejan la creciente preocupación por la violencia que enfrentan estos profesionales en México. Además de exigir justicia por el caso; los veterinarios piden un marco legal que los proteja y les permita ejercer su labor con seguridad. Es fundamental que los ciudadanos comprendan las implicaciones de este paro; y se preparen para los posibles inconvenientes en los servicios veterinarios.