El 2024 fue devastador para Sudamérica, debido a incendios forestales que acabaron con más de 79 millones de hectáreas. De acuerdo con el informe publicado en Nature, titulado Communications Earth & Environment, se trató del mayor daño registrado en al menos una década.
Lo anterior, evidenció un cambio climático alarmante para los científicos: temporadas seas más prolongadas. También, temperaturas más altas y condiciones propicias para incendios descontrolados.
Chile sufrió el incendio forestal más mortal del mundo en un siglo. El desastre dejó 383 víctimas fatales en Valparaíso. Por su parte, en Bolivia, el fuego consumió el 15 por ciento del territorio. Por su parte, Brasil y Venezuela enfrentaron sequías severas y más largas de lo habitual.
Lo anterior, se debe a fenómenos como El Niño, que convirtió a Sudamérica en un epicentro de crisis climática.
Condiciones de extremo calor se cuadriplican
De acuerdo con el estudio, las condiciones extremas de calor cuadriplicaron las regiones secas en esa zona del mundo. Lo anterior afecta al norte del Amazonas, la cuenca de Maracaibo en Venezuela y el Gran Chaco.
Tan sólo en el Amazonas, el número de días con condiciones extremas se ha triplicado desde 1971. Por su parte, en el Gran Chaco, las precipitaciones han tenido pérdidas de hasta 100 mm anuales en dos décadas.
En Bolivia, se consumieron más de 16 millones de hectáreas, según el Sistema Mundial de Información sobre Incendios Forestales. Dicho nivel fue tres veces superior al promedio anual registrado entre 2012 y 2023.
Por su parte, el Instituto Nacional de Investigaciones Especiales, en Brasil más de 59.2 millones de hectáreas fueron arrasadas. La mayoría de los incendios ocurrieron en el Amazona, donde la deforestación y la agricultura han exacerbado el problema.
El Niño alcanza su punto máximo en 2024
De acuerdo con la NASA, el fenómeno climático de El Niño alcanzó su punto máximo en 2024 y, combinado con el calentamiento global, creó un “cóctel explosivo” de condiciones climáticas extremas. Asimismo, 2024 fue el año más cálido desde que hay registros en el mundo.
Dichas condiciones han incrementado el riesgo de incendios en Sudamérica hasta tres veces más en los últimos 50 años.
En contraste, mientras una región se volvió más seca y calurosa, otras registran lluvias intensas. Esto se debe a que, en época de precipitaciones, el aumento de la temperatura hace que el aire se cargue con más humedad y se produzcan lluvias copiosas. Lo anterior, aumenta el riesgo de inundaciones.