Yoon Suk Yeol, presidente destituido de Corea del Sur, quedó en libertad luego de casi dos meses bajo arresto. En protesta contra la decisión del tribunal, miles de personas se manifestaron en Seúl este domingo.

El exmandatario salió de prisión el sábado, un día después de que el juzgado del Distrito Central de Seúl canceló su detención para permitirle enfrentar su juicio por rebelión en libertad. Lo anterior, bajo el argumento de que el periodo legal de su arresto formal expiró antes de que fuese acusado. Es decir, su procesamiento se llevó a cabo fuera del plazo de detención.

Al salir del centro de detención, Yoon hizo una reverencia a los seguidores que se congregaron para esperarlo. En el sitio, se vieron banderas surcoreanas y estadounidenses ondeando.

Más tarde, emitió un comunicado para agradecer la “valentía” del tribunal para “corregir la ilegalidad”. Igualmente, agradeció a sus simpatizantes y pidió a quienes iniciaron una huelga de hambre en su favor ponerle fin.

Yoon Suk Yeol fue detenido el 15 de enero pasado, en la residencia presidencial de Corea del Sur. Eso, después de su intento de imponer la ley marcial a principios de diciembre, lo que llevó al Parlamento, controlado por la oposición, a removerlo de su cargo.

Yoon permanece formalmente en el cargo de presidente; sin embargo, en la práctica fue inhabilitado de sus funciones por la moción parlamentaria. Asimismo, su caso se mantiene en revisión.

Opositores y partidarios salen a protestar en Corea del Sur

Ante la decisión de las autoridades, miles de opositores salieron a protestar. En tanto, partidarios hicieron lo propio en calles de Seúl.

Una de las manifestaciones más concurridas de este domingo fue organizada por una plataforma ciudadana contraria a Yoon. La marcha fue convocada a las 14:00 horas (5:00 GMT) en el centro de Seúl y que según los convocantes congregó a unas 100.000 personas.

Por su parte, unos 55.000 partidarios de Yoon se concentraron en los principales distritos de la capital; en tanto, 32.500 detractores se manifestaron en su contra cerca del Constitucional, según estimaciones policiales recogidas por la agencia Yonhap.

La principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático, criticó la decisión de liberar a Yoon y pidió la dimisión del fiscal general Shim Woo-jung. Además, amenazó con tomar las medidas políticas y judiciales posibles para garantizar que el presidente sea permanentemente apartado del cargo.