Esta semana entraron en vigor los aranceles del 15 por ciento que China impuso a productos agropecuarios de Estados Unidos. Lo anterior, como respuesta a los gravámenes de Washington a mercancías chinas.

Así lo dio a conocer la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, quien aseguró que la situación comercial entre ambos países es resultado de las dinámicas del mercado y no de una intención deliberada de China.

En su discurso, afirmó que el comercio con China permitió a Estados Unidos importar productos de calidad a menor costo. Eso benefició a consumidores y fomentó la creación de empleos en sectores como el transporte y las ventas minoristas, aseveró.

EUA afectará a su población, advierten

Por ello, advirtió que “quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos”. En ese sentido, pidió a la Casa Blanca “cambiar de actitud” en beneficio de su nación.

Los productos que se vieron afectados tras los aranceles son el pollo, trigo, maíz y algodón. En tanto, la soja, carne de cerdo, carne de res, productos acuáticos, frutas, lácteos, verduras y sorgo estarán sujetos a una tasa del 10 por ciento.

A inicios de marzo, la administración de Donald Trump decidió duplicar al 20 por ciento los aranceles a China. Esto, bajo la justificación de que Beijing no ha realizado acciones concretas para frenar el tráfico de fentanilo a Estados Unidos.

Cabe mencionar que China ha sido uno de los principales destinos de exportaciones agropecuarias de Estados Unidos. Sin embargo, las tensiones comerciales han reducido su cuota de mercado en el gigante asiático, lo cual ha favorecido a otros proveedores, como Brasil y Ucrania.