Delia Quiroa, activista y buscadora de desaparecidos en Tamaulipas, ha decidido vender su coche y otras pertenencias para financiar su campaña como jueza de distrito en Sinaloa. Esta decisión llega en el contexto de una elección judicial, donde no se destinarán fondos públicos para los gastos de campaña.
Quiroa, quien lidera el Colectivo 10 de Marzo en Tamaulipas, ha enfrentado dificultades económicas desde la desaparición de su hermano en 2014. Desde entonces, ha tenido que generar recursos para poder dedicarse a la búsqueda de su hermano y, posteriormente, a la causa de los desaparecidos, convirtiéndose en una madre buscadora. Su determinación la llevó a prepararse como abogada y, hoy en día, busca ser parte del sistema judicial en Sinaloa.
Una venta para financiar su campaña judicial
En sus redes sociales, Delia Quiroa compartió que pondría a la venta su coche Jetta automático por 27,000 pesos. A pesar de un problema en la transmisión, ella asegura que el vehículo «jala bien» y no dejará a nadie tirado. Este dinero, junto con lo que obtenga de una próxima venta de garage, será destinado a financiar su campaña,; principalmente para viajar a los municipios de Sinaloa y cubrir sus gastos de transporte y alimentación.
«Soy Delia Quiroa, del Colectivo de Búsqueda de Desaparecidos 10 de Marzo. Actualmente estoy registrada para la contienda de elección judicial de jueces y magistrados. Como no habrá gastos de campaña,; estoy vendiendo mi carro para poder cubrir los costos de mi campaña», expresó Quiroa en sus redes sociales y en WhatsApp.
La búsqueda y la justicia se cruzan en su camino
La historia de Delia Quiroa es una de lucha constante. Desde que comenzó a buscar a su hermano desaparecido, ha tenido que enfrentar múltiples obstáculos. La falta de recursos y apoyo la llevó a involucrarse más en el ámbito legal,; lo que finalmente la inspiró a postularse como jueza de distrito.
Su campaña, aunque aún incipiente, está siendo financiada exclusivamente con recursos propios. Delia sabe que, si bien su situación financiera es limitada, su esfuerzo y dedicación son incuestionables. «Lo que obtenga de la venta lo voy a usar para viajar, alimentarme y cubrir los gastos de transporte. Espero poder representar a quienes más lo necesitan», concluye la activista.