Un potente terremoto de magnitud 7.7 sacudió este viernes el centro de Myanmar, afectando también a Tailandia, China, India y Vietnam. El epicentro se localizó a 16 kilómetros al norte de Sagaing, cerca de Mandalay. La sacudida ha provocado el colapso de edificios y cuantiosos daños materiales. Se han registrado al menos tres muertos y decenas de heridos en Bangkok, mientras 81 obreros permanecen atrapados bajo los escombros de un rascacielos en construcción.

Estado de emergencia en Myanmar y Tailandia

La junta militar birmana ha declarado el estado de emergencia en Naipyidó, Mandalay, Sagaing, Magway, Bago y Shan Oriental. Las informaciones desde Myanmar son limitadas debido al control del régimen, pero los daños son considerables. En Mandalay, rescatistas han confirmado a medios internacionales que el número de víctimas podría contarse por centenares.

En Bangkok, el pánico se apoderó de la ciudad cuando los rascacielos comenzaron a balancearse. Un edificio de 23 pisos en construcción colapsó, dejando 3 muertos, 68 heridos y 81 personas atrapadas. Equipos de rescate trabajan a contrarreloj para salvar a los obreros.

Aquí te dejamos una recopilación de videos:

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Periodico Sintesis (@sintesisweb)

Myanmar pide ayuda internacional

Ante la magnitud del desastre, la junta militar de Myanmar ha solicitado ayuda humanitaria internacional. Sin embargo, la llegada de asistencia podría retrasarse debido a las restricciones impuestas por el gobierno militar desde 2021.

La ONU estima que más de un tercio de la población de Myanmar necesita ayuda humanitaria. La crisis se agrava en un país ya afectado por conflictos internos, desplazamientos masivos y restricciones internacionales.

Impacto en otras regiones

El terremoto se sintió en amplias zonas de China, India y Vietnam. En la ciudad china de Ruili, cerca de la frontera con Myanmar, se reportaron daños estructurales en varios edificios. En Kunming, también se sintieron fuertes sacudidas.

El terremoto de 7.7 grados ha dejado una estela de destrucción en Myanmar y Tailandia, con consecuencias aún incalculables. La situación sigue en desarrollo y se espera que las cifras de víctimas aumenten. La comunidad internacional ya ha sido alertada, pero queda por verse cómo se gestionará la ayuda en un país con un gobierno militar hermético.